Un halcón solitario y un cuervo resentido Cap.10 + Omake -FINALIZADO- [2º Fanfic de cambiaformas]

Deidara huye del nido donde le acusan por traición. Después de 6 meses donde estuvo haciendo recados consiguió averiguar donde se podrían encontrar los culpables. Recordando su rabia se dispone a ir.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hola ^^ Bueno después de mucho tiempo nos vemos de nuevo espero que disfruten del segundo fanfic de esta serie ^^

    El primer fanfic (NaruSasu) Quien busca, encuentra. Venganza del zorro ---> Mundo Yaoi, Amor yaoi

    Resumen completo Fic2: Deidara, halcón cambiaformas de una aldea cercana a las montañas del norte del país. Había huido del nido de Oonoki al ser acusado por haber ayudado en el ataque de los cuervos. Deidara sabía que él no había sido ya que no tenía ningún recuerdo sobre el suceso pero eso cambio cuando le acusaron con los testimonios de ciudadanos moribundos. Pudo huir pero estuvo a la deriva por unos meses hasta que tuvo que entrar en aquella vida a la que a los demás solo les gusta ver en las peliculas.

    Ya más acostumbrado a aquel tipo de vida escucha acerca de una ciudad costera donde hay una gran población de cuervos cambiaformas. En el momento recordó la frustración e ira que sintió al ser tratado en esa forma por culpa de los cuervos. Por ello decide tomar venganza, encontrar aquel ser que lo manipuló, es lo único que creía lo que podían haberle hecho, y matarlo, matarlo de la manera más horrible que se le ocurriera. La desgracia de la venganza es que lo único que recordaba es el aroma de aquel cuervo y que aquel cambiaformas olía a pareja. Una pareja que tenía que ser suya.



    Capítulo 1: halcón solitario


    Un muchacho de cabellera rubia larga, atada en una coleta alta, se encontraba caminado por la ciudad y no por cualquier parte sino por la zona más peligrosa donde se encontraba la peor basura. Se detuvo al llegar a un bar con un letrero en lengua extraña para muchos, la mayoría creería que es un dibujo u ondas, pero para el rubial tenía claro el significado.

    La puerta del bar estaba cerrada, tocó la puerta, un hombre de desmesurada estatura y cuerpo lo observo sin decir palabra, el único gesto que se vio en él fue el movimiento de su mano, concretamente el chasqueo de los dedos. Deidara, así se llamaba, agarró un papel pequeño de su bolsillo e hizo el mismo movimiento que el musculoso hombre para a continuación darle el papel.

    — Bienvenido halcón —lo olisqueó cerca— solitario, nuestras chicas están al final y nuestros hombre por todo el lugar.

    Dicho esto dejó pasar al rubial. Deidara se colocó en la barra para observar todo el panorama. Borrachos, putas y alcohol. Como se nota que era una ciudad turística en pleno verano, había más gente de lo habitual. Podía distinguir quienes eran cambiaformas de esta zona, por el olor de la ciudad en su piel, y quienes no también de qué tipo de raza eran. El olor a sexo se olía sobretodo en la parte más lejana donde solo había una puerta. Se puso en pie dirigiéndose a la puerta, antes de que tocara la puerta se abrió dejando paso a un hombre con cara sonriente que ni siquiera se molestaba en arreglar su ropa.

    Se introdujo dentro, había un pasillo y camino hasta llegar a la puerta con el número 20. Sin tocar paso. Dentro de la habitación había una mujer en frente de un ordenador en la cama, la mujer se tocaba y fingía gemidos en frente de la pantalla de ordenador. Deidara se sienta en una silla al lado de la puerta se queda observando a la mujer.
    La mujer acabo al cabo de un rato la mujer finalizó, alagando a la persona por su espléndido trabajo se despidió. Deidara se quedó mirándola hasta que esta se dignó a mirarle.

    — Hombre, hasta que te dignas a venir —agarra una bata de seda, que cubría poco, y se pone en la esquina de la cama— dime Deidara, ¿has venido a que te haga un trabajito? —le dijo con retintín.

    — No querida, solo quiero que me des mi bote.

    — Siempre tan aguafiestas —se pone en pie y se acerca a un mueble en el que tuvo que agacharse ya que se encontraba en el cajón de abajo, mostrando así sus redondeados glúteos— Quiero probarte hueles agradable. —La mujer se acerca al hombre sensualmente— No sé ni para que lo necesites, te estropea —la mujer de cabellos bicolor le tiende un frasco de cristal con algún tipo de polvo de color blanco en el interior.

    — No te hagas la tonta Pakura. Sabes perfectamente que es para quitar mi olor. Me están siguiendo, el otro día vi a uno que me estuvo siguiendo hasta que entre a una perfumería —agarra el bote y lo pone dentro de un pequeño bolsillo en su hombro.

    — ¿Seguro que solo es por eso? Me apostaría mi sueldo a que es que no quieres que tu pareja te encuentre.

    — Antes de que continúes, es verdad, olí a mi pareja y no fue en la mejor situación. Y a quitando eso, querida tú no eres quien para decirme eso; te acuestas con personas para que tu olor se mescle con los de ellos y así no encontrarte con tu pareja.

    — Lo sé, el muerto le mira al tuerto, ¿no? ¿Pero acaso tu magnifica pareja es un cambiaformas cuervo?

    — Sí, y me traicionó. Seguro que olió que yo era su pareja pero me traicionó y aparte me han dicho que por esta zona hay muchos cuervos, así que más vale prevenir que curar. ¿Está bien hecho? —intenta cambiar de tema.

    — Sí, le pedí a todas las chicas que lo hicieran, sabes que esto también es un afrodisiaco así que no entiendo bien para que me has pedido que lo hiciera de esta manera en vez de simplemente un perfume de un halcón hembra. ¿Para qué lo quieres?

    — Ya te lo he dicho, por aquí hay muchos cuervos y seguro que alguno me podrá dar información valiosa si se sienten agradables con mi presencia.

    — ¿Piensas acostarte con alguno? —Le miró extrañada— por cierto, ¿eres virgen? Nunca te he visto con nadie, ni mujer no hombre. No me digas que te reservas para tu pareja.

    — Por supuesto que no. No me interesa el sexo solo me interesa vengarme de aquel maldito cuervo. Pero me ahoga no recordarme de nada —se sienta de nuevo bruscamente.
    — ¡Es cierto! — La mujer se acerca a él— puedo ayudarte. Conozco a una mujer que lee el pasado, futuro y presente. Ella lo ve todo si le muestras tu palma —Pakura le abre la palma más cercana a ella— mira las líneas de la vida y

    — Pakura mis líneas de la vida son cortas y lo sabes de sobra y además —toca una especie de cortadura en la palma de su mano, estaba cosida con hilo— esto no creo que lo haya visto nunca.

    — Pero puedes probar, que es lo que vas a perder, te lo han quitado todo y si hay algún abismo de esperanza tendrías que utilizarla —le apabulla con sus palabras.

    Por mucho que quisiera negarlo aquella mujer tenía razón. Después de huir apresuradamente del nido se juró que si podía hacer algo que lo ayudara a eliminar al cuervo lo haría. Había estado vagando ya por medio año buscando el mísero rastro de aquel asqueroso ser. Y ahora que estaba cerca todo se volvía confuso, se aferró a que tenía que buscar a un cuervo, a su pareja supuestamente, para vengarse por haberle jodido la existencia.

    — Si estás tanto tiempo callado significa que querrás verla. Se llama H, se encuentra lejos de este puesto, es una cambiaformas halcón.

    — Espera, no me estarás buscando pareja, ¿verdad? —hace tiempo que su amiga le pedía que se acostara con alguna que otra persona supuestamente para que se le quede el olor que otros crean que está acoplado.

    — No ella es mucho para ti.

    — Hombre gracias.

    Pakura ignora sus palabras— Ve hacía la montaña más cercana a la costa, hay una tienda de dulces, en ella pregunta por doble H. Está disponible de las 3 a 6 de la mañana
    No sabía qué hacer pero lo más seguro es que acabara yendo a aquel lugar



    Itachi Uchiha, aun recordaba cuando abandonó a su querido hermano en aquel lugar cuando vio que aquel cambiaformas zorro se lo llevaba. Sabía que el equipo de limpieza vendría pronto, así era siempre la vida de los cambiaformas, borrar todo rastro que pudiera alertar a los humanos. Al llegar a su casa no vio a ninguno de sus padres así que subió directo a su habitación. Tenía claro lo que ocurriría en los próximos días. Estaba seguro que por eso dejaron a Sasuke marcharse, no quería que vieran como el clan se echaba a perder.

    Activó el Sharingan en sus ojos. Era el tiempo de limpiar el nombre del clan, tanto sus padres como los superiores del clan querían eliminar todo el nido así serían los únicos cuervos en toda la zona, solo los Uchiha serían los que controlaran todo este territorio. Sabía que no se detendrían cuando hicieran aquello, después irían a por coaliciones de cambiaformas provocando una gran guerra que seguramente después entrarían los humanos. Nadie veía su punto de visto, aparentaba que hacía caso a sus padres pero en realidad ya sabía cómo atacar a cada uno del clan. Su plan se tenía que llevar a cabo a como diera lugar. Por eso no podía hacerlo solo. Un grupo de amigos que llegó a hacer atreves de algunas misiones están más que dispuestos a ayudarle. Y su gran amigo Shisui, él también quería proteger a todos de la locura del clan.



    Deidara no supo muy bien como pero sus pies se dispusieron a pensar hoy por si solos y lo llevaron a caminar hacia la costa, media hora de caminata, al llegar al lugar admiró como la luna brillaba en el mar, se puso a meditar. Quería recordar, quería recordar las facciones de su supuesta pareja, e ir a ver a aquella mujer.

    Después del paseo se mentalizó para poder entrar en la tienda. En la tienda no había nadie, a pesar de que sonó la campanilla, no vino nadie. Si no había nadie ¿a quién le preguntaba por la mujer? Continúo caminando por el lugar y al no encontrar a nadie pensaba en retirarse.

    — ¿Está doble H? —preguntó como última medida. Al acabar de pronunciar las palabras una puerta, que se encontraba al otro lado de la caja registradora, se abrió mostrando total oscuridad en su interior. Sin pensarlo mucho se introdujo en el interior. Con la evidente oscuridad de la noche no supo bien a donde ir hasta que por el rabillo del ojo vio una luz, tenue pero luz, se encaminó hacia la luz. Abrió la puerta de rendija, al otro lado había una mujer, de ella solo se podían ver los ojos. Por su mente pasó que aquellos ojos eran blancos o que al menos lo parecía.

    — Siéntate —pidió la mujer con una voz fuerte. Deidara sabía desde un principio que utilizaría una voz fuerte, en el mundo, por lo menos en el que él vive, uno tenía que mostrarse fuerte y con presencia para que los demás no le tomaren el pelo o quisieran pasarse de listos. Obedeció a la mujer, se sentó en frente de ella.

    — Vengo de parte de Pakura, me llamo Deidara. Quiero que leas mi pasado —pidió directamente mientras le miraba a los ojos.

    — ¿Te refieres a todo tu pasado a solo una parte? —sus ojos se posaron en los del muchacho

    Al oír eso Deidara se puso algo más nervioso. Tenía que recordar a aquel sujeto, ir a por él y matarle de la manera más dolorosa. Por su culpa le tiraron de su nido, no era el mejor lugar, pero era donde se crió y pudo sentir algo de amor…

    — Hace seis meses atrás… — lo dijo con voz baja— quiero ver mis recuerdos de lo que paso hace 6 meses.

    ------------------

    Bueno por ahora es hasta ahí. Nos vemos en unos días :D

    Edited by RedParadiseYaoi - 3/7/2015, 00:22
     
    Top
    .
  2. sempai
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Me encantaaaa ;)
     
    Top
    .
  3.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Persona que 100% ignora a los que no le entienden y es amistosa con las personas que la comprenden.

    Group
    Escritor intermedio
    Posts
    325
    Location
    Acosando a Deidara sempai!!

    Status
    Anonymous
    Contiii :3
     
    Top
    .
  4. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Capítulo 2: el cuerpo obediente

    La mujer le tiende la mano indicando lo evidente, Deidara le tiende la mano en un puño.

    — No miro los puños, miro la palma —la voz de la mujer sonaba todo el rato en el mismo tono asiendo que Deidara se encontrará algo más que incómodo— sigo esperando.

    Deidara accedió y le abrió de la palma. La mujer Se fijó de inmediato en la costura.

    — Tú… —le mira a los ojos— eres ese Deidara.

    — ¿Eso va interferir en ver mis pasado? —preguntó ignorando la cara de sorpresa de la mujer.

    — No… no interfiere. Para nada —la mujer sin pedir permiso tocaba la costura— pero será mejor que lo quites.

    El rubio no hizo preguntas simplemente accedió, tenía prisa por saberlo todo. Cuando quitó la costura de una de las manos apareció una lengua que salió de aquella especie de boca— lo siento es inevitable cuando está mucho tiempo sin salir.

    — No pasa nada. Entonces debo suponer que eres Deidara de Onoki.

    — Ya no pertenezco a ese nido —con voz alterada— hui de ese nido…— con voz más baja.

    Deidara había quitado la mano de la mesa pero doble H se la volvió a agarrar.

    — Te ayudaré, pero antes te explicaré como funciona —hizo una pausa hasta que Deidara se volvió a estar relajado— Esto es una habilidad que tengo, solo yo puedo hacerlo. Lo que tú quieres ver es una parte de tu pasado por lo que tienes que darme tus dos manos, con ella podré viajar directamente a tu mente donde buscaré tu recuerdo, es así como veo el pasado. ¿Aceptas que vea tu pasado?

    Deidara quitó su mano de la mujer pero no con intención de irse sino que quitó el hilo que callaba la boca de su otra mano— Querida he venido hasta aquí a estas horas de la mañana no para que me cuentes como lo haces sino para que lo hagas.

    Doble H no hizo caso a su comentario y puso sus manos en la mesa esperando las manos del muchacho— Mucha gente tiene pudor al saber qué es lo que puedo ver en ellas —unas manos estaban sobre las de ella— solo veré lo que tú quieres saber— finalmente se tocaron las manos.

    La mujer cerró sus ojos, concentrándose en su trabajo, el rubio miraba a la mujer curioso su mano se comenzaba a calentar. Su vista se podó en sus manos cuando sintió unos pinchazos en su palma la mujer no apretaba sus manos simplemente las tenía sobre las de ella pero no podía quitarlas, volvió su vista otra vez a la de la mujer, Doble H tenía venas alrededor de sus ojos dándole un aspecto extraño, no terrífico pero preocupante.

    — Lo tengo —dijo la mujer.


    Itachi Uchiha se encontraba en una reunión en la que su clan no sabía nada, en esa reunión se encontraba los más grandes cargos del nido.

    — No, nos queda otra. Si dejamos que el clan Uchiha comenzó con su ataque no pararán —hablaba uno de los ancianos.

    — Pero no olvidéis que si consiguiéramos que ellos comprendieran que los de su especie no somos el enemigo

    — ¡Anciana demente! Sabes perfectamente que los de ese clan llevan años planeando esto. El habla no está entre sus planes— hablo una tercera persona.

    — Tú que crees Itachi, ¿El clan cambiará de opinión si hablamos con ellos? —habló el jefe del nido sentado en medio de todos, no se podía ver su rostro porque le cubría una tela a cierta distancia. Este ya tenía más de 250 años, lo sabía porque había sido él quien consiguió la unificación con el clan hace ya 200 años. Era una historia vieja con la que los ancianos entretenían a los niños— Responde Itachi Uchiha —exige el anciano.

    A Itachi le hubiera gustado decir que sí, que su clan sí podría hablar, que le harían caso como lo hicieron en los últimos dos siglos. Pero todo le indicaba que comenzarían a atacar en cualquier momento. Prácticamente se lo gritaron a la cara cuando sus padres dejaron que su hermano pequeño se fuera, su madre amaba a su hijo pequeño si cuando tuvo su primera misión se quedó despierta hasta que llegó sano y aunque olía a podrido lo abrazó.

    — Lo más posible es que no hagan caso —dijo finalmente.

    — ¡Eso es claramente un desacato contra su autoridad! —Dijo el primer hombre que habló— los Uchiha deben morir.

    — Oh… ¿por qué…? ¿Por qué cambiar esta unión después de tanto tiempo…? —la mujer seguía sin estar de acuerdo.

    — Señor, está claro lo que tenemos que hacer— decía el otro anciano.

    — Consejo, ¿Cuál es vuestra conclusión?

    Hubo un pequeño murmullo entre los tres ancianos hasta que al final la mujer se paró — ¡Los Uchiha han de ser eliminados!

    Itachi sabía que aquello era lo que iba a ocurrir, ya lo tenía todo controlado, después de la misión que le mandarán se irá del nido y se alejará de todo hasta llegar su muerte, y si la suerte estaba de su lado moriría junto con su clan.

    — Itachi Uchiha, esta noche tendrás que eliminar a todo tu clan por el bien de todos los cambiaformas. Eres una persona inteligente debes de saber qué es lo que pasará con que uno de ellos quede vivo, has de matarlos a todos —sentenció el anciano jefe.


    Por supuesto que sabía lo que ocurriría, si uno solo sobrevivía buscaría venganza, una venganza que nadie podría parar, las personas que eran parte de su clan eran personas pasionarias, todo lo hacían según lo sentían por eso era difícil convencerlas, cada uno creía fervientemente en lo que hacía. Por eso eran tan buenos soldados, porque todo lo veían claro.

    — Así lo haré, nadie del clan quedará vivo— hizo una reverencia y se fue de la habitación. El nido principal se encontraba en el interior de una montaña por lo que al salir tuvo que convertirse en cuervo para irse. El mundo comenzaría a funcionar en pocos minutos. Aun se encontraba oscuro. Aterrizó en un árbol a los límites del nido.

    — Itachi —una voz le llamó desde atrás— iré a tu casa contigo —aquella persona era el mejor amigo de Itachi un chico devoto al clan y al nido. Tenía que actuar con la máxima naturalidad.

    — Aun sigues con eso… —respondió con voz monótona.

    — Claro que sí, la amo y si ella cree que eres su pareja le aré ver que no es cierto.

    — Llevas demasiado tiempo tras de ella, creo que deberías darte por vencido —ambos eran personas serias pero en aquellas voces monótonas se decían palabras de burla.

    Una sonrisa ladeada se asomó en el rostro de Shisui— la dejaré si me dices que es tu pareja.

    — No huele a pareja
    Antes que acabará Shisui habló— para ti nadie huele a pareja.
    Itachi ignoró sus palabras y comenzó a recorrer su camino a casa— Venga, vamos —le reta comenzando a acelerar más su paso.
    Su amigo comenzó a seguirlo llegando a su lado en pocos segundos. Saltaban de rama en rama aprovechando la ligera que les ofrecía ser un cambiaformas alado.


    -------------------

    Muchas gracias por su comentarios ;D
    Hasta la próxima
     
    Top
    .
  5. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Capítulo 3: sombra de recuerdos

    — Estoy caminando a una especie de gimnasio, me siento cómoda al estar dentro, voy habitualmente en este lugar nadie me molesta, pero la sensación cambia algo no va bien. La sensación de que necesito defenderme me hace ponerme en posición. Entra en el lugar y observa a por todos lados buscando alguna cosa que pueda estar diferente. Todo parece estar en su sitio, las estatuas de piedra que adornaban el lugar… lo único diferente era la luz, la luz del atardecer no brillaba por la ventana. El pánico se apoderó de mí, intento tranquilizarme. Comienzo a acercarme a una de las ventanas pero un movimiento al otro lado me frena. Retrocedo hacía la entrada, al llegar a la puerta la intento abrir pero está cerrada. Aporreo la puerta intentando pedir ayuda, el miedo era potente los vellos de la piel se erizaban, la pupilas están contraídas, la voz ya no se oye, era como una voz ahogada…

    Un aleteo detrás de mí se oye, detuve mis acciones, el aleteo también se detuvo. Giro mi cara, preocupada por lo que me puedo encontrar, todo se encontraba oscuro no puedo ver nada, ni siquiera donde se encontraban mis manos. Una silueta parecía moverse a unos metros enfrente de mí, comenzaba a ser visible, sus pasos retumbaban en el suelo de madera. Era un hombre… un hombre vestido de negro, se podía ver trozos de piel por las telas, era una piel blanca, clara pero cubierta por sustancias. Su olor me llegó a las fosal nasales olía como cualquier cambiaformas cuervo, a alcantarilla, arrugo la nariz. Pero cuando se acerca más pude detectar otro olor. Ese olor me hace abrir los ojos. Pareja.


    — Pareja—habló a la vez Deidara.

    — Observo mejor al cambiaformas, era un chico joven, podía ver su rostro, era de rasgos finos, con cabellos cortos con las puntas ondeando dándole un aspecto rizado. No tengo por qué tener miedo. Sus ojos negros me absorbían de cualquier pensamiento. Lo único que quiero en ese momento es restregarme con su olor. Los brazos de él me aprisionan contra la puerta, no puedo apartar mis ojos de los suyos, sus ojos comenzando a brillar convirtiéndose en rojo intenso. “Deidara del nido de Onoki, ayúdame. Tú puedes hacerte cargo de unos cuantos. Mata a cuantos puedas. Nadie dirá nada” Sus palabras no paran de retumbar en mis oídos, es como un mantra. Vuelvo a abrir los ojos. Estoy en mi forma de ave, estoy volando por el nido. En mis patas llevo las bombas caseras que suelo hacer. Suelto los explosivos, no pienso en quien va a morir, que pasará ni porque lo hago no pienso en nada simplemente estoy actuando como me lo dijo aquel chico.

    Después de soltar varias bombas comienzan a atacarme y yo a defenderme. Había una mujer que me gritara que parece pero no hablaba ni hacía caso solo obedecía la voz que seguía oyendo. Para quitármela de encima le lancé directamente un explosivo poco me importaba si salía con vida. La cambiaformas halcón cae en el techo de una de las casa quedándose inmóvil. Continúo con los explosivos, me paro en uno las terrazas de las casas y preparo más explosivos con mis manos, con las bocas. El cuervo de antes vuelve a aparecer. “Bien hecho Deidara. Buen chico” Me acaricia el pelo. “Pronto nos iremos, así que te tengo que hacer que olvides todo lo que has visto.” Vuelve a poner sus ojos sobre los mismos y aquel rojo de sus ojos se fue apagando hasta que todo se volvió totalmente oscuro.

    Vuelvo a abrir los ojos pero esta vez estoy atada en un palo, con los consejeros a cada lado de Onoki. El me mira decepcionado. Diciéndomelo todo con la mirada.


    — ¡Ya basta! —dio un grito Deidara— eso, ya recuerdo eso —lo dijo con un tono más bajo.

    Doble H relajo las facciones de su rostro y quita delicadamente las manos— ¿Es eso todo lo que querías saber?

    A medida que la mujer había contado la historia imágenes de lo ocurrido habían pasado por su cabeza, incluido del rostro del hombre. Debían de tener más o menos la misma edad. Y sin duda su pareja le había utilizado para matar a los suyos propios, a las personas con las que había compartido el día a día. El chasco en su alma y corazón eran ahora más grande, aún había tenido la esperanza de que él no hubiera sido pero ahora con el recuerdo del pasado no había duda. El odio se hizo mayor, mataría de la forma más cruel a su pareja, le daría igual que se arrodillara y le pidiera perdón. La sentencia del chico estaba marcada. Moriría en sus manos.

    — Eso era todo, todo lo que quería saber — ya estaba listo para buscar a esa persona— cuál es el pago —ahora pregunta el precio, tendría que haberlo hecho antes de que le leyera el pasado. Era un error muy grave viviendo en un mundo como el que vivía ahora.

    — Un poco tarde para preguntar, ¿No? —Deidara la miró con desconfianza— Tranquilízate —la mujer se muestraba tranquila— Pakura siempre hace el pago por adelantado. Ella lo pagó agradéceselo. Es buena chica. Solo que el mundo no tuvo piedad con ella.

    Realmente tenía que agradecer a su amiga, a pesar de que la mujer de enfrente solo mostraba sus ojos podía verse que era alguien de armas tomar. Deidara se puso en pie no quería permanecer mucho tiempo en aquel lugar.




    Itachi y Shisui se estaban cambiando de ropa, Shisui agarro una de las ropas de Itachi y se las colocaba mirándose como le quedaba. Ambos se conocían desde eran pequeños, ellos se sentían como si fueran hermanos casi no había secretos entre ellos. Ambos tenían los mismos pensamientos, ambos compartían los ideales, ambos lo harían todo por conseguir la paz.
    — Itachi, ¿Dónde está Sasuke? Hace días que no le veo —dijo el más joven colocándose otra de las camisas de Itachi.

    Itachi sabía que su amigo era devoto al clan por lo que no sabía hasta qué punto podía realmente confiar igualmente no tenía mucho sentía ocultarlo después de todo el golpe que daría sería hoy por la noche, no les daría tiempo a crear una buena estrategia para vencerlo— se fue.

    — ¿Se fue de misión? —continuaba preguntando mientras se acaba de arreglar.

    — No, encontró a su pareja y se fue con esa persona —Itachi miraba por la ventana de su cuarto, se veía la calle donde toda la gente del clan solía caminar normalmente, alegres, haciendo sus quehaceres cuotidianos.

    — Vaya, me alegro por él, es increíble que encontrara a su pareja fuera del clan, y más increíble que tus padres le hayan dejado, sobre todo tu querida madre…

    — Sí, increíble —sabía que es lo quería decir con aquellas palabras.

    Ambos sabían lo que se avecinaba y eso realmente algo por lo que sufrirían.

    — Itachi me tengo que ir, hoy me tienen que asignar una nueva misión— con aquellas palabras salió de la casa por el balcón de la habitación de Itachi.

    — Espero que ambos tengamos suerte con nuestras misiones —pensaba Itachi.


    Fuera de aquella tienda el cielo aún continuaba oscuro, no sería más de las 5 de la mañana. Podría ir a la cantina de la noche anterior y buscar información sobre la localización del nido de los cuervos a los cambiaformas que prácticamente hacían vida en el lugar, así de paso agradecería a Pakura por su ayuda.

    Al llegar de ya eran las 6 de la mañana por lo que el dueño del lugar lo empezaba a abrir, o al menos eso se suponía. El local estaba cerrado. Sabía que el dueño vivía al costado y fue a preguntar. El señor vivía en una casa similar a las que había por todo el lugar, vieja y descuidada. Toca la puerta y sale un hombre de inmensa altura y robusto.

    — ¿Qué ha pasado? —tenía confianza con el hombre.

    — Ahg, joder… puedes pasar —pide el hombre. Pasa dentro, la casa se encontraba en el estado de siempre, pero no pararon en la sala de la casa como él pensaba sino que estaban yendo hacía la puerta que daba al bar. El hombre abrió la puerta mostrando su interior— Vino un grupo de cuervos —el bar estaba destrozado las sillas estaban patas arriba algunas mesas rotas, la reparación sería costosa. Antes de que preguntara cualquier cosa el hombre continuó— vinieron buscando a una de las chicas, al principio lo atendimos como a cualquiera pero al parecer entrar pacíficamente a un lugar no era bueno para ellos, les encanta destrozar…

    Deidara lo sentía por el hombre pero más le preocupo fue que fuera su amiga, ella no se quedaba quieta en un mismo lugar mucho tiempo, se movía haciendo que su aroma se mezclara con otras personas y con el entorno. Pero también era importante esconderse. Calló en la cuenta. Su amiga iba a la adivina para que le dijera donde se debía de esconder para que su pareja no la encontrara.

    Ella y él compartían algunas características, de ambos su pareja era un cambiaformas cuervo. La diferencia era que la pareja de Pakura la quería a toda costa a su lado, no le importaba lastimar a quien sea. El cuervo llevaba siguiéndole el rastro desde hace un año. Se lo había contado una vez pero siempre se recordaría. El año pasado Pakura hizo una misión, aún se encontraba en su nido, era una misión sencilla de escolta. Cuando llegaran a la ciudad junto con el escoltado, vio al cuervo. El hombre se le había insinuado innumerables veces durante la misión pero al estar de misión se negó a tener relaciones sexuales con el chico, aparte de decir que no era su pareja pero el hombre insistía. El cuervo se había alterado por lo que tuvo que huir junto con la persona que estaba escoltando. Al cabo de unos días el jefe de su nido le dijo que su pareja quería reclamarle y que vendría en unos días. Ella sabía a quién se refería, a ese maldito cuervo. Sin perder tiempo huyó del nido, es lo único que podía hacer, no quería ser la pareja de ese cuervo. La crueldad que había visto en sus ojos no tenía nombre.

    Por la contra él estaba en busca de su pareja que le hirió, le hirió porque le traicionó, le manipuló… solo había un final para los dos. Buscaría el olor a cuervo por la ciudad y los obligaría a que le dijeran donde se encontraba el nido, seguro que su amiga estaba también ese nido o por lo menos eso esperaba.


    Shisui Uchiha era devoto tanto al clan como al nido, pero lo que más adoraba era las épocas de paz, los cuervos desde miles de años habían sido el enemigo de los otros cambiaformas, ya sea por tener más territorio o por buscar guerra entre ambos bandos. Su sueño siempre fue vivir en un lugar donde hubiera todo tipo de cambiaformas, viviendo en paz… había veces que no entendía porque los otros cambiaformas no los veían bien, en varias mitologías eran considerados mensajeros. Cierto que en el poema de Allan Poe no salieron favorecidos pero eso no quita que tengan sentimiento, cierto también es que muchos, la mayoría de los cuervos eran seres algo despreciables, más que nada su olor así que era imposible para él al ser un cambiaformas cuervos ser parte de la gran familia feliz de distintos cambiaformas.

    Caminaba de camino a la torre donde vivía uno de los consejeros del cuervo alfa, el consejero le mandó la misión de averiguar si el clan iba a empezar una rebelión y Itachi ya se lo había dicho alto y claro. Lo más posible es que comenzaran esa misma noche, había visto movimientos sospechosos de camino a la torre. Hizo un gran salto hasta llegar a un ventanal enorme en la puerta se encontraban dos hombre corpulentos con una máscara que les cubría la parte superior de la cara. Era la guardia personal de Danzo.

    — Vengo a hablar con Danzo —con voz alta sin mirar a ninguno de los tipos, miraba a la puerta. En respuesta la puerta se abre.

    Danzo se encontraba en una sala sentado en un gran sillón, no había mucho muebles en el lugar simplemente el trono, porque del tamaño que era solo se le podía llamar de esa forma, y con dos guardas a cada costado del más mayor. Al llegar a cierta distancia hace una pequeña reverencia hacía el hombre.

    — Bienvenido, Shisui. ¿Qué es lo que tienes para mí? —preguntó Danzo acomodándose en el trono con una miraba altanera esperaba la respuesta.

    — El clan, el clan va a comenzar su rebelión —no estaba de acuerdo con los de su clan tenían pensado por eso acudía a Danzo, él le daría un consejo sobre lo que hacer.

    Por su parte danzo se encontraba con la cara será pero en su interior era una sonrisa. Ya sabía que Itachi se encargaría de eliminar a su propio clan pero necesitaba a otro para quedarse con el poder de los ojos, con los ojos carmesí. Alzó un brazo y uno de sus hombre va hacía Shusui.



    -------------------------

    Y eso por ahora, nos vemos en unos días ;D
     
    Top
    .
  6. Kotuko
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    ¡¡Guta muxo muxo fic!!
    Me acabo de leer el primero y lo poco de este de un tirón. ¡La idea es bueniiiiiiiiisisíma!
    Doble H: ¿Hanabi Hyuga?

    ¡¡¡CONTY!!!
     
    Top
    .
  7. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Muchas gracias por tu comentario Kotuko! :D me alegro que te guste la idea y lo de doble H ya se verá XD

    Un nuevo capitulo ^^ Siento ponerlo después de tanto tiempo U.U

    Capítulo 4: El nido y la pareja

    Capítulo 4: El nido y la pareja

    Deidara encontró a dos tipos sospechosos sabía que eran cuervos ya que tenían las características que todos ellos compartían: ojos y pelo oscuro con una piel clara. Estos estaban en la parte baja de la ciudad, prácticamente a las afueras. Ambos cambiaformas jugaban entre ellos, pequeños golpes a los costados aunque no parecían borrachos. Ambos hombres se adentraron en el bosque, primero corrieron por el bosque como un juego de niños y después se subieron por los árboles de un salto, la mayoría de los cambiaformas pájaro eran conocidos por su agilidad y salto, para ellos era tan simple como caminar. Deidara comenzó a seguirlos a cierta distancia. Los cuervos no le habían de detectado aun y eso era una gran ventaja. Los sujetos se detuvieron a cierta distancia, ya más adentrados en el bosque de la montaña ambos se transformaron en cuervos y volaron por todo la inmensidad del cielo. Deidara no podía hacer eso, le detectarían enseguida por lo que optó en saltar de rama en rama siguiendo a los pájaros.

    Era difícil seguirles incluso para él, pero se alegró al ver como descendían al principio de una montaña. Los cuervos se posaron en una llanura y se dirigieron hacia a un valle. Se detuvo para que no le vieran. ¿Acaso aquel lugar era el nido de los cuervos? No se parecía a nada a lo que él había pensado. Creía que esos seres inmundos que atacaban y olían como la peor mierda vivirían a un sitio similar al vertedero no en un valle con colores vivos, incluso parecía un pequeño pueblo, claro con la excepción de que había una rejas en la entrada. Nuestro rubio protagonista decidió esperar a que apareciera alguno de los cuervos y utilizar aquel afrodisiaco que su querida amiga, Pakura, le dio.
    Enseguida comenzó a salir el sol por lo que Deidara decidió estirar las piernas, odiaba vigilar la entrada era como esperar a la presa. Hablando de presas necesitaba comer. Pero no podía volver a la ciudad ni podía entrar a esa “adorable villa con gente de gente deslumbrante”. Era un caso de emergencia, no había otra... Se transformó en un halcón y cambio de tamaño, un viejo truco, nadie sabía hacerlo, fue un truco que aprendió mientras jugaban a las “escondidas”, bueno mientras escapaba de su tutor y su casi hermana para no hacer su entrenamiento. Esos recuerdos lo entristecieron pero no hicieron mella en su hambre.

    Intentaba no volar muy alto por si era descubierto, por suerte pudo encontrar un conejo lo suficiente grande para saciarse en su forma de halcón. La espera se hacía eterna.

    Ruido, se oía ruido en los árboles. ¿Lo habían descubierto? Por precaución se mete dentro de las raíces de un viejo árbol, el sonido era lejano, venía de los árboles que rodeaban la villa. Se atrevió a acerca a las raíces. Bingo. Un cuervo soldado, eso sí que le era familiar, el olor asqueroso y un aspecto aun peor. Saca el frasco y pone el polvo en el bolsillo sobresaliente de su cintura, dentro tenía preparada arcilla, lo mezcló e introdujo la mano entera dentro. Con la boca de sus palmas formaba una figura. Ya lista la tira al aire cerca del cuervo.

    En minutos no pasó nada pero el cuervo comenzó a mostrar signos de que funcionaba. Se giraba cada cierto tiempo donde se encontraba Deidara, seguramente olía la atrayente fragancia, al parecer no puedo aguantar más y se acercó donde se encontraba el rubio. Este se hizo el herido.

    — Hola preciosa, ¿por qué estás por aquí? —Cría que era mujer por el olor. Deidara fingía estar herido cogiéndose una pierna.

    — Me he torcido el tobillo mientras caminaba—no ocultó su voz masculina— no soy ninguna mujer —tenía que darle realismo por eso actuaba como si fuera un encuentro fortuito y eso tenía que poner algo de su personalidad.

    — Pero eso no quita lo hermoso que eres — ¿intentaba ligar con él con esa peste y ese aspecto? Internamente Deidara se preguntaba si eso le funcionó alguna vez, seguro que las pobres huirían de él.

    — Gracias —hace todo lo posible para darle una sonrisa a pesar de que las náuseas eran presentes ya que cada rato que pasaba el olor se hacía más insoportable.

    — Entonces que te parece que te lleve a un lugar seguro para que puedas curarte.

    Bingo, aquel ser repugnante ser cayó en su trampa, ahora dentro del lugar encontraría a su pareja, tendría que buscar un nuevo mote, no podía llamarle pareja, no eran pareja ni lo serian. Pero tenía que reconocer que recordar aquellas facciones claras y aquel cabello negro corto le encandilaba, aunque le gustaba más que tuvieran el pelo largo pero daba igual no serían pareja.

    — Me encantaría —alejarme de ti para poder potar. Se puede saber que era lo que se echaban encima. Era peor que la mierda.
    Ambos se pusieron en pie, el muy caballero le sugirió cargarle hasta llegar a donde tuviera que llegar. Ni-de-coña no soportaría si ese olor se quedara en él. Pero evidentemente le dijo que no con amabilidad. El cuervo solo pensaba en penetrarle la puerta de atrás, podía oler la lujuria atreves de su asqueroso aroma. El cuervo seguía insistiendo que al final acabó agarrándose del brazo del prospecto de hombre.


    No sabía muy bien cuanto tiempo duraba la esencia pero lo que tenía claro es que continuaba durando, tanto los cuervos hembra como los machos lo miraban. Había habido una pelea y todo. Una mujer dijo que le pertenecía a ella pero después un hombre se puso delante de ella comenzando una pelea. Como él esperó no lo llevaron a la villa si no a una especie de casa a las afueras, por decirlo de alguna forma sería más un cuartel. Haciendo oídos sordos a lo que discutían aquellos seres intento buscar entre ellos el aroma de su amiga o su pa- o su enemigo a derrocar. No pudo encontrar el olor del segundo en ninguno de los presentes pero pudo percibir un leve aroma familiar, parecida a la mescla de aromas de Pakura, en uno de los hombres. Este hombre se reía mientras veía como se peleaban por él tenía un aspecto normal, aunque la peste también era evidente en él su aspecto no concordaba, este tenía el pelo marrón y en puntas, se notaba sus mandíbulas en mejillas, sus ojos eran de un color claro, tenía que ser un mestizo entre un cuervo y otro cambiaformas. Pero lo más importante seguro que ella se encontraba en el edificio.

    Aprovechando el repentino aumento de la pelea, que parecía que ya se peleaban por pelear, se escabulló. El edifico era grande eso lo vio al entrar, pero no lo suficiente como para que le resultara difícil buscar. Sin duda el lugar era un cuartel, le resultó curioso ver a los cuervos volando en el cielo del patio y haciendo ataques. Nunca habría pensado que eran tan organizados. Y también descubrió el porqué de esa fetidez, se revolcaban en una sustancia y después salían al vuelo confundiendo a su adversario. Joder, tuvo que ir corriéndose por patas por el gran tufo que desprendían entre todos a pesar de que se encontraban en uno de los patios de entrenamiento exterior. Tenía que buscar a Pakura.



    Itachi se encontraba esperando su amigo en el lugar de siempre, en medio del bosque, quedaban por esta hora para ir a cazar algo de comer en su forma de cuervo y si ese iba a ser la última tarde en paz quería pasarlo con su amigo. Ya había pasado más de media hora sobre la hora habitual y él no aparecía. Le resultaba extraño, a Shisui le encanta la puntualidad. Una luz se deslizo por su ojos, enseguida se fijó por donde venía, mirando a ambos lados avanza hacía aquel brillo1, cruzó algunos árboles hasta que se dio cuenta de que venía de una de las copas de árboles, y como supuso era su amigo. Pero no esperó que él estuviera hecho un desastre. Este se encontraba sentado en una de las ramas del árbol, prácticamente tumbado y con más de un hematoma en su cuerpo.

    — ¿Qué te ha pasado? —Itachi se altera un poco pero enseguida vuelve a serenar el rostro.

    — Tú lo sabías… él clan… todo… no es más que una… farsa —hace una respiración profunda— hazlo, Itachi. No te detengas. Tienes que hacerlo… por todos no tienes que dejar a ninguno con vida —cada vez su voz se hacía más débil— Itachi… Danzo está planeando algo.

    Itachi estaba preocupado por su amigo pero las últimas palabras que dijo le intrigaron— ¿Danzo? ¿Uno de los consejeros del jefe?

    Shisui asintió —Tienes que tener cuidado con él —Shisui se acabó de acomodar en aquel árbol. Con una de sus manos agarra un ojo y lo estira hasta quitárselo— Utiliza mi ojo como creas necesario. Danzo me quitó el otro ojo… Solo quiero pedirte una cosa más, solo una cosa.

    Su amigo siempre fue fuerte, entrenaban juntos. Unas veces ganaba él y otras veces ganaba Shisui. No entendía bien porque su amigo se encontraba en ese estado. Necesitaba explicaciones pero parecía que ya estaba cruzando al otro lado— dime.

    — Tienes que matarme.


    Deidara estaba escapando, aquel tipo lo reconoció, reconoció el olor de Pakura en su ropa, se había acabado el efecto del afrodisiaco, y enseguida se dio cuenta de que venía a por ella. Le grito “intruso” y todos le comenzaron a seguirle. Cambió a su forma de halcón pudiendo alzar el vuelo hacía donde había ido en un principio, hacía la ciudad, casi todos los cuervos le estaban siguiendo y esta vez no era porque les parecía deseable. Querían aniquilarle, utilizó su habilidad de cambiar de tamaño, si era un objetivo más pequeño les costaría atraparle. Cae en picado para ganar más ventaja y adentrarse en el bosque así los arboles le taparían de ellos. Los cuervos también comenzaron a caer en picado aunque a menos velocidad que Deidara. Este por su parte acelera el aleteo hasta que consigue entrar bajo las ramas de los árboles, el gran tamaño que poseían les impedía entrar pero algunos más listos cambiaron a su forma humana y comenzaron a seguirlo.

    Sin parar continuó volando lo más que podía, su corazón se encontraba demasiado acelerado. Podía oír los gritos acercándose más hacía él. En un movimiento desesperado se convirtió de nuevo en humano apoyándose en una rama intentó volver a echarse el polvo pero el frasco se calló de entre sus manos estrellándose contra el suelo. Soltó un insulto. Estaban cerca a pocos metros, se volvió a transformar en un halcón para continuar huyendo. Todo iba demasiado deprisa en su mente. No podía analizar correctamente las cosas. Ya estaba en la mitad del camino, había señalado los árboles para no perderse, notó que los cuervos ya no lo seguían. A lo mejor el oler el aroma les hizo quedarse en el lugar. Disminuyo un poco la velocidad ya que se encontraba cansado, no había volado tanto rato y a esa velocidad desde hace tiempo.

    Aun en su forma de halcón se dirigía a la ciudad pero algo lo hizo detenerse, el aroma. El potente aroma de su pareja, ¿Acaso se encontraba entre aquellos cuervos y había conseguido encontrarlo? Miro en todas direcciones intentando encontrarlo pero no lo veía y eso era decir mucho de su forma de halcón. Decidió fiarse de su olfato. Para no hacer ruido se volvió humano. Lo vio detrás de unos árboles con otra persona, esa persona tenía el cabello largo de color negro recogido en una coleta, no podía verle la cara, estaban hablando. Su pareja tenía los ojos cerrados, salía sangre de aquellos orificios. Se encontraba tumbado parecía enfermo a punto de morir, la otra persona no hacía ningún movimiento excepto el de hablar, se encontraba ahí de pie sin ayudarle.

    Abrió más los ojos de lo que ya lo tenía, la otra persona que se encontraba con él le apuñalo con sus uñas alargadas, sin darse cuenta produjo un pequeño gemido de sorpresa. El chico de pelo largo lo vio, lo estaba observando. Sin tiempo a nada comenzó a huir de nuevo. Sus músculos se encontraban adoloridos por el ejercicio anterior por lo que le costó arrancar el vuelo, podía escuchar el aleteo del otro pájaro, giro un poco el rostro para verlo, el cuervo lo seguía y se encontraba a pocos metros de él no tenía escapatoria se encontraba a punto de ser matado por aquel ser. Sin tiempo a más subió hacía al cielo volviéndose un halcón de 2 metros mientras ascendía. El cuervo le siguió. Eso era lo que quería, su última arma: caer en picado. En su forma de halcón alcanzaba grandes velocidades mientras caía en picado. Y así lo hizo mientras descendía se fijó en el cuervo intentado igualar su velocidad pero le era imposible. Más seguro de sí mismo, se volvió a convertir en un tamaño más pequeño lo que no espero era un golpe en su espalda de parte de un cuervo de su mismo tamaño, pequeño. ¿Cómo era posible? El cuervo estaba siguiéndole arriba, era imposible que le haya alcanzado los cuervos no vuelan a tanta velocidad. ¿Acaso era otro el que le seguía por arriba? No, por supuesto que no. No había nadie más cerca solo ese cambiaformas cuervo de pelo largo y su ya no pareja. El aroma del cuervo llegó a sus fosas nasales cuando giro a encararlo, pareja. Era su pareja. Miró a los ojos del individuo. Rojos. Enseguida apartó la vista. Intento alejarse de él pero enseguida le volvía a atacarle. Las garras le intentaban agarrar pero conseguía esquivarlas.

    Consigue hacer una buena distancia parándose en una rama, se tira de ella cayendo al suelo, cambia a humano, se encontraba cansado y la caída no había sido la mejor que ha tenido, sale corriendo como pudo. De la nada sintió un arañazo. Le había hecho un arañazo en su brazo izquierdo, el cuervo utilizó sus uñas para darle en su brazo, fue profundo, sentía caliente aquella área de su cuerpo pero no podía parar de correr. Después analizaría todos lo que ha pasado, lo único que importaba ahora era poder escapar.

    El cuervo se tiró encima de él. Estaba en su forma humana, lo había cogido de los brazos poniéndolos detrás de su espalada. Estaba atrapado. Sintió pelo detrás de él, ¿no era su pareja la que le estaba siguiendo? Giro un poco el rostro, era el chico de pelo largo, este acercó su rostro al cuello del rubio. ¿No era su pareja aquel tipo de cabellos cortos? ¿Por qué este chico olía como su pareja? Era exactamente el mismo aroma, aquel olor profundo que le inundaba la mente. El cuervo estaba oliéndole el cuello, él también notaba que ambos eran pareja. Deidara relajo su músculos dejando que el chico oliera todo su cuerpo. Estuvo un rato oliendo el cuello después pasó a los brazos, los acariciaba como si fuera la primera vez que tocara a alguien y se sorprendiera por el tacto. Deidara vio como al tipo le crecían las uñas. Por un momento se asustó pero pronto vio que lo que hacía con las uñas era acariciarle. Le gustaba estar de esa forma, era relajante. Hasta que el graznido de varios cuervos se escucharon y recordó porque huía. Intento reincorporarse pero era difícil con aquella persona en su espalda.
    — Ni se te ocurra moverte, eres mío. Mío —sus ojos se veían rojos, Deidara sabía que no tenía que ver aquellos ojos. Pero que le dijera que le pertenecía con aquella voz tan potente le dio escalofríos, en el mal sentido, tenía miedo. Y si aquel tipo le agarraba ¿Qué haría con él? No le gustaba aquella posesividad hacía su persona.

    — Tú no eres mi dueño. ¡No soy tuyo! —Después de soltar sus quejas al fin pudo ponerse en pie dándole un codazo en la cara cuando estaba en el suelo. No se aleja mucho pero sí lo suficiente— No puedes decidir quién te pertenece porque te dé la gana, hm — aquel tipo le comenzaba a cabrear.

    El graznido de los cuervos se volvió a escuchar, estaba vez se escuchaban más lejanas, es como si se estuvieran retirando. Al fin dirigió su mirada al rostro del hombre que olía a su pareja, incluso diría más potente pero no era molesto hasta a llegar ser molesto. Era tan atrayendo que le cegaba su cordura, su piel era claro, tenía las facciones bien definidas que se remarcaban con el pelo largo negro a los costados ocultando parte de las mejillas, poseía líneas al costado de los ojos como si fueran ojeras y sus ojos no eran rojos, eran negros, unos ojos negros brillantes. Deidara quería acercarse a él pero no debía tenía que irse, mientras él se quedaba sumergido en la embriagadora imagen del chico este se movía hacía el rubio.

    — ¿Cómo te llamas? Yo soy Itachi. Soy tu pareja, tú también me has olido, el aroma es agradable para ti como a mí me parece el tuyo, por eso digo que eres mío —Deidara ya sabía eso. Sabía que si el aroma de algún cambiaformas era agradable es que es una posible pareja— lo vez, no te mueves. Tú también sabes que soy tu pareja. Es la primera vez que huelo este aroma es tan…—inhala más fuerte el aire alrededor de Deidara, el rubio lo imita —atrayente—. Deidara huele otro olor en él, sangre, sangre del que supuestamente era su pareja ¿por qué aquella persona olería también a su pareja? ¿Por qué la persona que le está oliendo huele a pareja?

    Deidara se aparta más de él— Puede ser una posible parejas, no es una pareja — ¿podría ser que los dos hubieran sido sus parejas? Agarra la mano con la sangre y la huele. Itachi observaba lo que hacía el rubio, olía la sangre de su amigo, sin poder evitarlo los celos se instalaron en él— No huele a pareja. Él chico de antes, olía a pareja pero su sangre no huele a pareja —pensaba en voz alta.

    Itachi le acaricia el rostro— sé mío, solo mío —le agarra la mejilla suavemente.

    Deidara se negaba a cal y canto a ser pareja de un cuervo, aquellos seres les resultaban asquerosos, nauseabundos. Apostaría cualquier cosa a que el tipo lo seguiría a cualquier parte para tenerlo, al igual que la pareja de Pakura. La rabia le volvió a llenar. Retira con brusquedad la mano de su mejilla— Me niego, es lo peor que me podría pasar. Nunca sería pareja de un asqueroso cuervo —cada palabra salía con el máximo desprecio.

    El rostro de Itachi se volvió serio, ya no estaba esa mirada tranquila con la que había mirado en un principio a Deidara— entonces, no me queda otra — cuervos de tamaño promedio salieron detrás de él— te marcaré para que nadie te toque. Tú serás mi pareja —su voz no mostraba ninguna emoción. Se acercó a él pero no podía moverse, no porque le haya hecho algo sino porque se quedó impresionado al ver aquellos cuervos saliendo del moreno. Sintió calor en sus brazos, un líquido caliente salía de él. Estaba sangrando. Los cuervos le estaban picoteando los brazos. Giro su rostro hacía el moreno— Enseguida se te pasará el dolor —comenzó a lamer las heridas que habían hecho aquellas aves que habían desaparecido hace nada. Continuo lamiendo hasta llegar a su cuello, desde ese punto comenzó a dejar pequeños besos. Al llegar a la boca hizo que abriera la boca para tener un beso profundo, demandante. Acariciaba todas las zonas de la boca, recordando el sabor de su pareja. El sabor dulce sin ser dulce el, olor de su ser. Las manos del moreno lo comenzaban a rodear el cuerpo de otro haciendo el beso más profundo. El rubio sintió que no podía respirar y lo empujo de golpe y retrocedió unos pasos. Se había quedado embobado por el beso que le dio pero la falta de aire le volvió a la realidad.

    De alguna forma consiguió salir corriendo. Estaba cansado pero aquello le asusto, ¿cómo era posible que pudiera dividirse en tantos cuervos? Y también que aquel tipo no le importara lo que sintiera solo le importaba él mismo. Tenía que huir. Podía oír cómo se acercaba a la carretera. Giro por enésima vez en ese día el rostro para ver si le seguía, no estaba, aquel cuervo no estaba. Nunca lo admitiría pero eso le desoló, olía lo suficiente bien para marcarlo como pareja pero no para seguirlo por un par de metros que eran los que había corrido. Ya era prácticamente de noche, ya sea porque era invierno y la noche venía antes el cielo se encontraba oscuro. No tenía reloj para confirmar la hora. Tenía que largarse de ese lugar. Comenzó a caminar con calma. Nadie lo seguía para que correr ya se encontraba lo suficientemente cansado. Se fijó en sus brazos. Estaba marcado, tenía líneas irregulares en sus hombros. Comenzó a sentir todavía más todo el peso de la actividad física, sin poder evitarlo se tuvo que sentar. Sus brazos estaban doliéndose, antes lo había sentido como si fuera una película, como si él no hubiera sido a quien lo habían picoteado pero ahora sí que sentía cada pequeña herida de los brazos.


    --------------

    mirando a ambos lados avanza hacía aquel brillo: A los cuervos les gustan las cosas brillantes por eso lo he puesto y porque también es una forma de llamarse entre ellos :v

    Adiós. Pondré la continuación dentro de 2 semanas. Por los exámenes U.U solo esta semana no tenía tantos exámenes como los otros. D: Nos vemos!

    Edited by RedParadiseYaoi - 16/11/2014, 13:15
     
    Top
    .
  8. Kotuko
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Ok,en 2 semanas se me olvidará.
    ¿Ehm?¿Itachi?¡Já, que gracioso!
    Nadie está ni la mitad de bueno que Itachi, bueno Sasuke y eso es genético seguro.
    :Q_____
    ¿POR QUE CUANDO ME VOY HAY CONTY Y CUANDO LA ESPERO NO?
    ;(


    ¡¡¡CONTY!!!
     
    Top
    .
  9.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Here we go again

    Group
    100% Rol
    Posts
    24,977
    Location
    The moon

    Status
    Offline
    Quiero continuacion ;-;

    Primero hola nueva lectora. Me encanta tu fic lo amo >.< me gusta tu narratiba y todo pero lastima que no habra conti hasta dentro de dos semanas ;-; la esperare no te tardes ok bay~
     
    Top
    .
  10. Suu Kiryuu
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    ITACHIIIIII-SAMAAAAA!!!!
    Estaba esperando desde hace mucho la continuacion
    no se si recuerdes pero yo comentaba esta historia en Amor Yaoi como Alo
    JAJAJA probablemente no lo recuerdes pero espero mucho la continuacion
    Tener que esperar mucho no es guapo
    Besos

     
    Top
    .
  11. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Kotuko A mi las dos semanas se me han pasado rapidísimo, entre que estudio pero eso y tengo que hacer un trabajo para no sé qué. Tengo ojeras! jajajaj TT-TT menos mal que ya acabó.

    loveless~sama Bienvenida! :D muchas gracias ^^ y espero que disfrutes de este nuevo capítulo~

    Suu Kiryuu Sí que me acuerdo. Me hizo feliz haberte alegrado el martes :D Pero me da algo de vergüenza contestar comentarios después de tanto tiempo U///U y mira que no suelo ser vergonzosa pero no sé... Bueno aquí está un nuevo capítulo!



    Capítulo 5: huir

    Deidara se encontraba tumbado en una esquina de la carreta. El cansancio se hizo en él y sabía que caeria desmayado sin remedio. Era normal que acabara de esa de esa forma después de pasar por todas las peripecias del día. Su supuesta pareja muerta, encontrar a otra pareja y oler que el que se suponía que era su pareja y que le había traicionado no era su pareja, su sangre no olía a pareja, que el que era una nueva pareja posible lo marcó sin su permiso hiriendo gravemente ambos brazos por encima de sus codos. Demasiadas cosas y sin contar con que tuvo que huir de una bandada de cuervos asesinos. Realmente se encontraba demasiado agotado hasta para existir, consecutivamente fue cerrando sus ojos.

    —Mierda— es lo último que susurró antes de sentir como el mundo se iba y sus parpados se caían sin remedio.

    — ¡Eh! ¡Eh! ¡Frena el coche!— decía una voz masculina — ¡Coño, frena el puto coche que hay alguien en la carretera!

    La voz salía de una camioneta con una música exageradamente alta. Con el chunda, chunda que salía del coche casi no se oían las voces pero el conductor pudo oírle. El coche frenó de golpe dejando en la carreta huella del frenazo.

    — ¡No grites joder, que tengo al lado! —bajando de mala gana el volumen de la música y aparca el coche a un costado de la carretera. Varias personas bajaron del vehículo.

    — Seguro que es un colgao’ que lo han dejado abandonado. ¡Pobre chaval! ¡Ja! ¿Qué hacemos?— dijo el que anteriormente conducía.
    Una mujer aparece desde la parte de atrás— tiene heridas en los brazos, a mi parece que está muerto. Seguro que le han atracado y por eso también está desnudo.

    — Hay que ser capullo, mira que no dejarle con los calzoncillos —dijo una cuarta persona persona— se te mete arena ahí sabes, y te entra infección —le explicaba a la chica y esta le miraba con asco.

    — Asqueroso —la chica le aparta de una guantada de su lado— Subámoslo al coche, le llevaremos a un hospital.

    — Sí… y si le metemos en el maletero… —ideaba el conductor pero al recibir las miradas de sus amigos decidió callarse —Era una broma sabéis. No tenéis salero ni para una broma— se intentó justificar— ¡Kiba! ¡Deja de sobar y baja a ayudar que hemos encontrado un cadáver y lo vamos a tirar al lago!— daba golpes al coche para que se despertara.

    — ¡vale, pero procura no dejar marcas! —Gritando de la misma forma que su amigo, salió del coche— no deberías decírselo a alguien que tiene contactos con la policía.

    — ¡Ah, que mierda…! Era que me lo digas antes—Dijo con frustración fingida.

    —Hay un chaval en mal estado ahí —apuntando un chico rubio— lo llevaremos a la UCI me parece que le han robado, solo le dejaron con una especie de riñonera en el brazo. Que malas noches tienen algunos— relataba el que con anterioridad pidió que pararan el coche.
    Por su parte Kiba se acercó más al cuerpo, podía oler dos esencias en aquel chico y varias fragancias más pero más débiles. Las fragancias débiles olían a hembra, a una buena hembra con la que aparearse pero ver los genitales del rubio al viento se dio cuenta de que se trataba de un afrodisiaco ya que este no era una mujer. Y las otras dos esencias eran de dos tipos de ave. Un cuervo y un halcón. Sin dudad ese muchacho era un cambiaformas y era un halcón. El olor a cuervo parecía reciente, era amenazante como si por el simple hecho de olor de ese modo le dijera que era mejor no tocarle porque lo atacaría. Oh, claro, el rubio era la pareja de un cuervo ¿acaso su pareja le abandonó? Según lo que le había dicho su amiga los cuervos solo marcaban a sus parejas, una de por vida. Era lo único bueno que vio en el comportamiento de esos locos. Ahora la cosa era ¿por qué ese chaval estaba desnudo y en medio de la carretera? ¿Y dónde estaba su pareja?
    Uno de los chicos le puso una manta alrededor del cuerpo. Antes de que le tocaran más Kiba habló.

    — No lo toquéis. Creo que es familiar de un amigo y ya sabéis ellos son… algo exclusivos —se inventaba las cosas sobre la marcha— no querrán que se sepa esto. —no podía dejar que se llevaran a un cambiaformas al hospital. Las alarmas saltarían. Ellos no eran iguales, genéticamente hablando, a los humanos. Podría ocasionar una catástrofe total. Los humanos aun no estaban listos para conocer a los cambiaformas y dudaba que alguna vez estuvieran listos.

    — ¡No jodas quien es! ¿El hijo de algún alcalde? ¿O una estrella de cine…? No me sonaría… ¿Hijo de alguien importante? Aunque algo viejo es… bueno los niños ricos se quedan mucho tiempo con los padres —indagaba la una mujer del grupo.

    —Mujer calla un rato que…

    — ¿Y tú quién eres para mandarme callar? —la mujer se mostró enfadada ante el comentaría del piloto.

    — Ya está bien, callaos los dos. Ya soporté de vosotros bastante durante el viaje en el coche— habló el copiloto. Dirige su vista Kiba — Bien, ¿qué sugieres Kiba? No podemos dejarlo tirado así sin más.

    — Yo los llamaré. Es mejor que vosotros vayáis yendo, ya os diré que tal ha ido. —les explicaba mientras recogía sus cosas del coche.

    — Ya me he quedado sin tirar un cadáver al lago, y yo que creía que sería una buena noche— el piloto seguía en sus treces.

    La chica le dio un guantazo antes de subir al coche— Entonces te lo encargamos Kiba, cualquier cosa nos llamas mañana a partir de las 4 o 5 de la tarde porque ya son las —mira su reloj de mano— las 4 de la mañana… y no soy persona sin mis 12 horitas de sueño.

    Kiba levanto la mano en forma de despedida mientras el resto de personas subía el coche. Al ver el coche marcharse cogió rápidamente el teléfono e hizo una llamada.

    — Central, Soy Kiba Inuzuka he encontrado un halcón extraviado herido. Traigan una ambulancia. Me encuentro en la carretera que lleva a la ciudad de Canto Rodado. Sí esa carretera. Bien.

    Después de oír que vendrían en menos de 15 minutos se quedó al lado del muchacho algo intrigado del porque se encontraba en ese lugar, sí se encontraba desnudo seguramente era porque había cambiado a su forma animal ¿Pero por qué y para qué? Todo era muy extraño y no dudaba que mandarían a que lo interrogaran.


    —Idiota… Aah. No, ¡sí! Justo ahí —Sasuke se estremecía debajo de Naruto. Hace dos días que no se habían visto porque hace poco le habían asignado como soldado y ya tenía un grupo. En ese grupo eran 4 personas. Un médico, Karin, Un espadachín, Suigetsu, alguien con fuerza bruta, Juugo y a él, una persona para controlar a los dos últimos y que sepa hacer una estrategia. Menudo grupito. En conclusión la chupi pandi fue a una misión de seguimiento. Unos cambiaformas solitarios se adentraron dentro del territorio de la alfa Kushina y tenían que hacer un informe para ver si resultaban peligrosos y si era afirmativo eliminarlos y/o traerlos al cuartel. Y si era negativo invitarles a unirse a la coalición.

    — Ya sé cómo te gusta. Joder… te he echado tanto de menos que no sé si puede aguantar mucho. Pero espero que tengas pilas para largo, hm! —penetraba sin parar los bajos fondos de su pareja— porque después hay más…

    — He dormido un poco después de la reunión. Ahora soy todo tuyo —lame las marcas de su cara— y tú todo mío. Ni pienses que solo seré… mmh! Más, ahí! —disfrutaba de las profundas penetraciones junto a la lluvia de besos en sus hombros y pecho. Eso provocó que se olvidara e hablar y solo disfrutará de las sensaciones que le lanzaba sin miramientos. Las cosquillas en su bajo vientre le hacían saber que pronto tendría un orgasmo. Mira que el rubio fue quien dijo que no aguantaría mucho pero era él quien se encontraba justo al borde del exquisito orgasmo.

    Naruto lo posicionó encima de él haciendo que cabalgara, haciendo pequeños saltos que acertaban en darle en su protuberancia orgásmica— Sasuke… —su respiración era entre cordada y su voz era una ronca que hizo que Sasuke se sacudiera. Al moreno le encantaba oír la voz de su pareja cuando estaba cerca del orgasmo, tan dura y potente. Siempre le hacía sentir más deseable, era él quien le provocaba esas reacciones, esas deliciosas reacciones que disparaban en él dándole más ganas de continuar. Sin miramientos y estando cerca del orgasmo comenzó a cabalgar con más fuerza. Salía del todo y lo volvía a meter en su interior, rápidas pequeñas subidas que al descender provocaban que las pelotas de Naruto quisieran entrar en él. La situación no duró mucho ambos ya habían sobre pasado su límite. Naruto que continuaba con las manos en las caderas de Sasuke le atrajo hacía él. Oh, sí la guindilla que nunca faltaba a su relaciones, el mordisco en el cuello del moreno. Sasuke se seguía moviendo encima del miembro del otro en movimientos mecánicos mientras el orgasmo les azotaba a ambos. Las manos de Sasuke se encontraban en la cara de su pareja, había arañado a su pareja mientras lo hacían y ahora le salía la sangre. Quería lamer la sangre que salía de él pero no quería romper con el mordisco de Naruto, aquella sensación le agradaba por eso siempre hundía a Naruto más en su cuello. Quería sentirlo más. Aquel dolor que acompañaba a su orgasmo hasta el final.

    Hasta que las últimas de las sensaciones de aquel orgasmo desaparecieran no había soltado la cabeza de Naruto. Naruto le lamía la herida que provocó. En el hombro— Sasuke… te amo tanto —las lamidas pasaron a besos. Sasuke le coge de su orejas y lo estira para estar ambas cabezas a la misma altura comienza a lamer las heridas de la mejillas no deja que ni una gota de su pareja se callera. Solo deja de lamerlo cuando ve que ya se estaba cicatrizando— yo también te amo… —le susurra encima de los labios. El siguiente beso su lento y tranquilo, un beso en el que solo era para mostrar sus sentimientos a cada uno, su pasión, la tristeza por sentirlo lejos, porque claro en los cambiaformas había una especie de inconveniente al tener una pareja marcada: No podían estar mucho tiempo separados. Era insoportable, era como si cada día fuera un año un infierno pero a la vez se convertía en una delicia al reencontrarse. Todo se convertía en ellos dos no les importaba nada más.

    — Vamos a por otra ronda —afirmó más que sugirió Sasuke— Y cómo te decía antes, quiero probar ese culito tuyo que hace tiempo que no lo pruebo.— saca de él el miembro flácido del rubio para bajar y masajearlo— mira si ni siquiera está blando del todo. Con un poco de movimiento seguro que se pone dura —le besa los labios por encima.

    —Yo te iba a ceder mi culito nada más ver tu pene pero alguien ya se había puesto a cuatro esperando a que lo penetrara —aquel comentario se ganó un mordisco en su labio inferior— auu... — se quejó sin sentir dolor de verdad. Relajándose con el masaje en su miembro. Dejando fluir el placer de esos dedos en él, de los sonoros besos en su cuerpo… relajándose junto a su persona amada, no había nada mejor que aquella sensación y calor en su ser.

    Todo iba tan bien hasta que se escuchó el timbre del mensáfono de Naruto. Ambos se miraron preguntándose si hacían caso o continuaban con lo suyo, podrían poner la excusa de que no lo escucharon pero esa escusa no funcionaría con el sonido que hacía era imposible no darse cuenta de que lo escucharon.

    — Joder… —musitó Sasuke al ver que no habría más sexo por esa madrugada. Miró el reloj digital que había en la mesita de noche. Se mostraban que eran las 5 y media de la madrugada. Algo cansado se dejó caer encima de Naruto.

    — Por ahora no podrás disfrutar de mi culo pero después no dudes que será todo para ti. —le besa la cabeza y le ayuda a reincorporarse. Si le llamaban a esas horas es que era importante, lo más seguro es que fuera una misión urgente. Mira el busca y ve que pone tienen que ir a las celdas del hospital— Ducha rápida y nos vamos —sentenció Naruto.



    Sakura que había comenzado con su turno en el hospital desde hace poco más de media hora, ve en su busca que le llaman para que cure a un halcón herido pero en las celdas. Dejando todo a cargo del enfermero de turno baja hasta la planta baja, donde se encontraban las celdas para los criminales hospitalizados. Mientras bajaba se dio cuenta de que era Kiba quien traía al criminal. Se acerca a él para preguntarle quien era el tipo ingresado.

    — Y bien, ¿Quién es? —le pregunto mientras agarraba la ficha que los paramédicos habían hecho en el trayecto.

    — Es un halcón, su olor es inconfundible, no es de esta zona diría que es del norte aunque sí que tiene algo de fragancia de la zona… se echó una especie de afrodisiaco encima, con eso olía a hembra, una hembra deseable, pero es hombre y… — miro a Sakura y esta paró de caminar al ver que este lo hacía— un cuervo le ha medio marcado como pareja, parece reciente.

    Aquello extraño a la chica de cabellos rosados. Sin tocar la puerta entro donde se encontraba el rubio. El chico tenía un aspecto terrible. Sus dos brazos estaban vendados, ambos teñidos de color rojo— imbécil, tenías que haberte dejado marcar —los cambiaformas no se hacían pareja de la otra por el simple hecho de marcarse, tenían que tener sexo, durante un buen tiempo. Las heridas que tenía el rubio no sanarían hasta que eso ocurriera y por supuesto al ser él el marcado sufriría el hecho de tener a su pareja lejos. Comenzó a revisarle, en la ficha ponía los tatuajes que tenía pero le llamó la atención fue que pusiera que revisara ambas manos. Agarró una de las manos, se encontraban limpias como esperaba después de la limpieza por las enfermeras. Pero había un esparadrapo en la palma de la mano, cogió la otra y también tenía esparadrapo. Con cuidado quitó uno de ellos, había una línea fina en la palma como si se tratase de una cicatriz mal curada. Lo toqueteo con curiosidad, esta se abría, noto algo blanco y duro dentro. Quitó la mano espantada. Pero volvió a cogerle de nuevo la mano y esta vez con más valentía abrió la cicatriz encontrándose con una boca. Con sus dientes y su lengua. ¿Cómo era posible aquello? Hizo el mismo proceso pero más rápido con la otra mano.

    Salió de la habitación, Kiba aún se encontraba ahí— ¿Cómo es posible? Tiene… —balbuceaba.

    — Lo sé, le he pedido a Naruto que traiga a Sasuke por si él sabe algo, él huele a cuervo… — mientras acababa de decir esas palabras ambos chicos ya se encontraban en los pasillos.

    — ¡Sakura, Kiba! —grita sin importarle estar en un hospital. Se acerca a ambos, le resultó extraño que su amiga no le golpeara o se enfadara por haber gritado en el pasillo. Esta se encontraba demasiado concentrada en algo entre las fichas que tenía— ¿Sakura?

    La nombrada se gira al fin para verle— ¿has traído a Sasuke? —dijo en modo de saludo. Sin comprender mucho el rubio señaló a su pareja que estaba mirando por la ventana al paciente rubio.


    Sasuke había olido el sutil aroma de su hermano, se estaba preguntando si era a su hermano a quien habían agarrado. Nada más llegar a la altura del olor se acercó a la ventana en esta se veía a un rubio. El chico era un halcón pero también olía a su hermano. ¿Qué demonios pasaba? ¿Su hermano había marcado al halcón? Un pensamiento fugaz llegó a su mente. Si su hermano era sobreprotector con él ahora que tenía una pareja… un ligero escalofrío le recorrió el cuerpo. Tenía que sacar al halcón del lugar antes de que su hermano lo echase de menos.

    — Sasuke, —le llamo Sakura— ¿le reconoces? ¿Sabes quién es? —El moreno siguió sin contestar— Kiba dice que hace poco ha sido marcado por un cuervo, pero no están acoplados del todo. —Unos ojos negros se fijaron en ella expectantes a que continuara. Al sentir esos ojos la rosada continuó— es decir, no han tenido relaciones sexuales. No son pareja del todo —se sentía frustrada al no recibir ninguna información del otro. Era como hablarle a una pared— ¡Sasuke!— Le llamó la atención cansada ya de no recibir respuesta.

    — No lo conozco —fue lo único que dijo.

    Sakura se sintió insatisfecha por la respuesta, miró a Naruto para que este le dijera algo. Pero el rubio de cabellos cortos solo alzó los hombros— Kiba cuando quédate vigilando cuando despierte será interrogado.

    Naruto se acercó a Sasuke y contempló por el cristal al enfermo— huele a cuervo —susurró.

    Sasuke le miró de soslayo— tú, yo y él olemos a cuervo —dijo lo obvio.

    — No me refiero a eso, sino que el olor de cuervo me suena. Como si ya lo hubiera olido antes. Aparte es demasiado parecido al tuyo —dijo lo último a la vez que olisqueaba el cuello de su amante.

    Sasuke se sentía acorralado, después de volver Naruto le hizo prometer que no le mentiría ni le ocultaría nada, nunca. Y ahora pensaba en ser buena pareja y decirle o… —se fija en los ojos de Naruto expectantes a que le conteste algo— no podía mentirle.

    — Es el olor de mi hermano mayor— el rubio enarcó una de sus cejas— tiene el olor de mi hermano. Cuando se recupere dejadlo ir —está vez se dirigió hacía Sakura.

    —No, tengo que hacerle un montón de preguntas… y, y… preguntas las apuntaré porque si no se me van a olvidar. —Se fue caminando hacia el interior de la recepción de aquel piso. Agarró varias hojas que había en debajo del mostrador. Mientras Sasuke le miraba enfadado, le molestó que dijera eso. Si no volvía con su pareja y su hermano también estaba marcado. Echaría de menos a su pareja como él echó de menos a Naruto. No podían hacer eso a una pareja. Y además no estaban marcados del todo, eso significaba que su hermano estaría sangrando por alguna parte hasta encontrar de nuevo a su pareja.



    Deidara soñaba con aquel chico que dijo que se llamaba Itachi, en su sueño ambos estaban tranquilos hablando sobre trivialidades. Deidara se sentía a gusto y feliz, como hace tiempo no lo había estado. De pronto vio como Itachi se ponía de pie y se marchaba, aquello le causo un escalofrío porque el lugar se ponía oscuro y tenebroso. Buscaba con la mirada al chico de cabellos largos atados en un moño. No estaba, no estaba en ninguna parte. Enseguida su corazón se comenzó a palpitar rápidamente, sentía miedo, angustia, nerviosismo, desasosiego… demasiadas cosas negativas como para levantar la vista— Itachi…Itachi —susurraba el nombre de su pareja— si vienes ahora juro ser tu pareja, no me dejes en este sitio —se sentía como un niño indefensa ante el peligro de la muerte.

    Después de sentir una gran oleada de frío en su ser abrió los ojos. No estaba donde se había desmayado. ¿Estaría en un hospital humano? ¿Ya estaban experimentando con él? Gira su rostro y ve como varias personas están hablando al otro lado del cristal. Su mirada se clava en uno de ellos, en el chico de cabellos negros y piel clara. Era un cuervo. ¿Acaso todos los cuervos se parecían? Espera, eso significaba que no estaba en un hospital humano. Se miró a sí mismo para ver si se encontraba atado. No, no lo estaba. Tenía tubos inyectados en una de sus muñecas pero nada más. Miraba por todo el lugar un sitio por donde se pueda escapar. El primer lugar la puerta, pero fuera había personas. En segundo lugar… podría ser… Deidara miraba por toda la habitación. El tubo del conducto de aire, se transformaría en halcón y se iría de ese lugar.

    Y como lo dijo se convirtió en halcón, pero antes se fijó en que no lo vieran. No podía ir así como así hacía los conductos de aire, tardaría demasiado y se darían cuenta. Se pone debajo de la cama. Enseguida oye una voz femenina alertando de su ausencia. Genial ahora dejarían el pasillo libre mientras lo buscan. Alguien entro en la habitación.

    — Kiba, busca —dijo la voz femenina.

    — Sakura no soy ningún perro— la mujer la mira con una ceja enarcada— soy un lobo —se defendió este.

    — Me da igual, ¿no dices que tienes buen olfato? Encuéntralo —la mujer continuaba ordenando. Naruto y Sasuke se encontraban fuera, no entendían porque a Sakura le interesaba tanto tener a ese chico.

    Kiba le quitó importancia y comenzó a olisquear el aire— está aquí dentro. Deidara ya se sentía encontrado. Con pasos lentos se dirigió hacia la puerta al mismo tiempo que Kiba se dirigía a la bata que llevaba puesto con anterioridad, se encontraba en el suelo al lado del conducto de ventilación. Justo cuando ya estaba cogiendo la bata, salió volando por la puerta. Era una apuesta arriesgada pero lo consiguió al salir por la puerta pudo ver al chico de cabellos negros, sin duda se parecían mucho. Cogió rápido el vuelo. Varias personas lo vieron durante su escapada pero no hicieron nada hasta que la mujer de cabellos rosados dio la voz de alarma.

    Vio una ventana abierta y se dirigió a ella, el cielo tenía un tinte violáceo casi era por la mañana. Solo esperaba que no hubiera estado en ese lugar mucho tiempo. Alzó mucho el vuelo para despistar a sus captores, por lo que olió antes de escapar varios eran cánidos o felinos y solo olió a ese cuervo en el edificio. Se dirigió hacia la ciudad ese era el único lugar en el que se podía esconder con facilidad.

    — ¡No! ¿Por qué? Chicos, ¿por qué le dejasteis escapar? —decía Sakura dramatizando. Daba vueltas alrededor de una de las habitaciones de reunión.

    — Vamos Sakura, total Kiba nos dijo que solo era un halcón que no ha hecho nada solo que desmayarse en la carretera —Dijo Naruto al verla en ese estado, ya que no le parecía muy importante tener un halcón.

    — ¡¿Solo desmayarse en la carretera?! Vamos ese chico era especial tenía que hacerle un montón de preguntas y… saber sobre esas manos.

    — Sakura, a las aves no nos gusta estar encerradas es normal que quisiera largarse nada más despertarse —ese era Sasuke dando un poco de luz a la situación.

    La de cabellos rosados se recuesta en uno de los sillones— pero… yo quería saber sobre esas manos.

    Naruto y Sasuke se miraron, Sakura había repetido varias veces sobre querer saber de las manos del chico. Ninguno de los dos vio que en aquellas manos hubiera nada especial.



    Deidara vio que se encontraba relativamente cerca de la ciudad. Antes de que nadie le diera aterrizo sobre una de las calles. No había nadie. Para su desgracia sí que había alguien. Se gira para comenzar a caminar y se fija en el muchacho. El chico estaba vestido con un chándal y estaba trotando en el mismo sitio mientras le miraba.

    — Mierda —Masculló. Fijándose mejor se dio cuenta de algo, este chico también tenía el pelo negro y la piel clara.

    — Estás desnudo —dijo el moreno dejando de trotar. Claro que estaba desnudo acaba de cambiar de su forma animal y era lo único que decía, mira que ese chaval era extraño. Pero le sonaba de algo, como si le hubiera visto de antes y no era por sus rasgos—. Me llamo Sai —el chico se quitó su chaqueta del chándal y se la dio— ten, ahora que no estás en tu forma animal tienes frío ¿no? —Deidara lo miraba con desconfianza, seguía intentando recordarse de aquel chico, lo tenía en la punta de la lengua— ¿Creí que vivías por la zona baja de la ciudad? —le miro a la cara con sorpresa. Es verdad que cuando estaba por la ciudad solía ir a esa zona a buscar información. Entonces eso hacía que aquel chico fuera un cambia formas. Pero no olía como uno, olía a humano. Y se dio cuenta cuando este le sonrió con una sonrisa fingida. Era el tipo que le había estado siguiendo a principios de la semana.


    --------------

    Tachan! Me salió un capitulo más largo de lo normal XD Nos vemos la semana que viene! Muchas gracias por los comentarios :=EEEE:
     
    Top
    .
  12.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Here we go again

    Group
    100% Rol
    Posts
    24,977
    Location
    The moon

    Status
    Offline
    Quiero mas *-* ese Itachi es un lokilli marcar a la mitad y no terminar con el pquete eso si que esta grave jeje pobre Dei ya sufre la ausencia de Itachi U.U pobre pero que se le ara conti porfa *-*
     
    Top
    .
  13. Kotuko
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    ¡Ahhhh!
    ¡Ya han pasado dos semanas!
    No, tiempo, no te vayas...
    ¡Nuuuuu!
    Vale, Sai, como toques a mi Dei-chan, te suicido... :=TENISSISN:


    ¡¡¡CONTY!!!
     
    Top
    .
  14. RedParadiseYaoi
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    loveless~sama Ya ves que capullo, mientras Deidara sufriendo por él. :=SHOROO:

    Kotuko cuando el tiempo te haga caso me avisas. Que yo tampoco quiero que se vaya. Excepto cuando hay exámenes y quiero que se acabe pronto para dormir tranquila XD

    Disfruten de este capitulo que me salió más largo que el anterior... ¿Será porque ya no estoy de exámenes?

    Capitulo 6: familia

    — ¿Y qué, acaso sí paseo por los barrios bajos no tengo derecho a caminar por el resto de la ciudad? —accediendo de mala gana a ponerse la chaqueta.

    — Yo no te he dicho eso. Te he dicho que por qué estás por aquí, no que me parezca mal que estés por aquí —explicó con simpleza. Deidara no quería hablar con él, sus rasgos no le acababan de gustar, le recordaban al chico que le había marcado. Era algo frustrante, recordarlo en todo… — ¿quieres venir a ponerte ropa? Voy a mi… —no esperó a que él chico acabara de hablar para largarse. Aún era pronto no había nadie en la calle, solo se acercaría al bosque y huiría a alguna parte, tal vez fuera más al sur, así se podría olvidar rápido de Itachi… pero no quería. Qué pasaba ahora estaba marcado… ¿No podría esta con otra persona? ¿Sólo sería de él? Tendría que haber escuchado en las clases con el viejo pero nooo, él quería controlar el poder de sus manos y explotar cosas con arcilla… El rubio sintió tiradas de uno de su brazos era el chico raro— No quiero hacerte nada malo, solo quiero preguntarte algunas cosas —ya no estaba la sonrisa fingida así que le prestó atención— ¿Puedo dibujarte? Me pareces curioso. Te puedo pagar, necesitas dinero para vivir. Se tragó una respuesta insolente porque tenía razón. No podía irse a ninguna parte. No mientras el chico de cabello largos negros hiciera algo con aquellas marcas en sus brazos.

    — De acuerdo voy contigo —accedió por el hecho de que empezaba a tener hambre y tenía la sensación de que aquel chico le insistiría —Pero no pienso hacer nada más que posar, nada —el chico de cabellos negros lo miró extrañado. Sí que entendió que se refería a que no quería tener relaciones sexuales con él, lo que no entendió es por qué lo decía, sí claramente le dijo que quería que posara.

    Después de aquello ambos se dirigieron a la casa del chico llamado Sai. Ese día Deidara estuvo posando todo el rato. Al principio fueron bocetos de él mirando por la ventana, tomando un café o asiendo cualquier cosa. Para su desconcierte le pidió uno en el que estuviera desnudo.

    — ¿Para qué quieres un desnudo? Para eso mírate en el espejo y haz un cuadro de ti —no es que Deidara fuera pudoroso pero no le apetecía que le estuviera mirando desnudo de arriba abajo como lo había hecho en los anteriores cuadros.

    — Porque quiero ver cómo eres. Quiero ver si eres igual que un humano de verdad —soltó con voz neutral mientras acababa de rematar un boceto sin mirarle.

    — Por supuesto que somos tan iguales como un humano. Hay algunos cambiaformas que son “demasiado altos” para vosotros o “demasiado corpulentos”. Pero en lo general somos iguales —explicó un poco mosqueado.

    — Pero podéis cambiar a animales —insistió. Deidara se movió de la silla al sofá. Vestía con ropa de casa, sencilla. Una camiseta gris sin nada especial gravado en ninguna parte de ella y un pantalón holgado negro y unas pantuflas. Era cómodo y ya le había dicho que si quería salir tenía más ropa en el armario, más o menos tenía la misma talla por lo que estaba bien. Le miró a la cara, el muchacho estaba impaciente por aprender más y las preguntas cada vez se hacían más frecuentes.

    — Sí genio, puedo convertirme en un halcón —con voz tranquila. Y eso era raro en él, el estar triste y hablar tranquilo, él no era así. A la mente le vino la cara de aquel hombre de cabellos largos y después miró al chico que estaba enfrente de él haciendo otro boceto en su libreta.

    — Muéstramelo. Quiero ver como lo haces ¿Duele? ¿Qué se siente? Bueno tiene que doler ¿no? —cada vez que hablaba le recordaba a un niño pequeño, uno como él que fue a preguntarle al abuelo si dolía tanto como le había dolido a su “hermana”. Todo eso era el pasado. Ahora era mejor continuar. Ambos se miraron al mismo tiempo.

    — Hay que aprender a relajarse y dejar que tu animal salga de dentro de ti. La primera vez olvidas que eres humano, sientes como un mareo constante… o como cuando te levantas de golpe y lo vez todo negro, no piensas en nada solo sigues tus instintos pero después tu mente vuelve dentro y te das cuenta de que tienes alas de que puedes volar… de que eres libre. Se siente raro pero te acostumbras. —recordaba la primera vez que cambio. Sai se quedó callado y solo asintió al oí r que calló— si cambio después estaré desnudo. —Se pudo de pie. Sai cambio de página a una limpia —Solo lo haré una vez. — Dejando que su animal interior saliera, si lo analizaba bien notaba como cada hueso se movía, no dolía, como su piel era estirada y después un poco de picor por el crecimiento de las plumas. Y voilá, transformación a halcón de 2 metros.

    — Eres enorme —respondió un Sai con los ojos abiertos de la sorpresa. Deidara empezaba a creer que el chico no tenía expresiones —pero… ¿Por qué antes eras un halcón más pequeño? ¿Acaso puedes cambiar de tamaño cuando quieres? — al ser él humano no podía hablar con él mentalmente así que se transformó de nuevo a humano.

    Se volvió a sentar en el sofá de antes— En realidad hasta hace poco creí que yo era el único cambiante que podía hacerlo— el chico continuaba con sus bocetos ¿acaso no le había escuchado? ¿Era el quien había preguntado? Algo molesto se sentó cómodo en el sofá sin importarle estar desnudo. Sus pies encima del sofá y el recostado a un lado. Se encontraba algo cansado tal vez dormir solucionaría sus problemas. Que gran error cometió, volvía a soñar lo mismo pero en distintas escenas: “Comiendo feliz con Itachi y después estaba completamente solo en el lugar”. Cuanto había dormido hasta entonces, nada. Se despertaba cada rato.

    — ¿Los cambiantes duermen poco? —otra vez las preguntas. Se dio cuenta de que estaba tapado con una manta. No respondió solo dio un ligero gruñido—voy a salir un momento. Tengo unas llaves de repuesto en la puerta, cógelas si vas a salir y volver.
    No le hizo caso y solo se quedó mirando el techo. Después se ducharía y si le apetecía saldría.



    Unos kilómetros más lejos de donde se encontraba Deidara, concretamente en la coalición cánida de la alfa Kushina, había una alerta roja. Algunos de sus soldados estaban uniformados y listos para una expedición de riesgo. Ayer por la noche había habido una masacre en una de las villas pequeñas lejos de la ciudad y aunque no era parte del territorio de Kushina tenían que ir a averiguar si era alguien peligroso. Kushina estaba en primera fila para ir.

    — Naruto que es lo que pasa —Sasuke se había dormido después de ir al hospital y al despertar y ver como Naruto se cambiaba con rapidez se preocupó.

    — Mi madre me ha pedido que la acompañe a una expedición hacía el sud, parece algo urgente. No quiero tenerla enfadada porque llegué tarde. Voy a ver y enseguida vuelvo —dijo Naruto mientras se colocaba sus botas.

    — ¿Hacía el sud? ¿Después de la ciudad Canto Rodado? —preguntaba Sasuke intentando no parecer interesado. Por su mente pensaba en su familia, a lo mejor les había pasado algo. Hace mucho que no los veía ni hablaba con ninguno. Seguro su madre estaría preocupada y enfadado con él por no enviarle ni una carta o llamarla. Y su padre, también seguro que su hermano. De repente se sintió mal consigo mismo porque sabía que su familia estaría preocupada por él.

    — Sí, así es y parece algo —se acaba de poner la bota— serio. —se gira para dar un beso a Sasuke antes de irse pero este estaba de pie y acabando de cambiarse. El rubio le miraba mientras el otro se dirigía a la puerta.

    — ¡Va! No decías que tu madre se molestaría contigo… —le llama desde la puerta. Naruto sin decir nada le siguió hasta el despacho de su madre.

    — ¡Al fin llegas!—Naruto iba a quejarse de que ha tardado muy poco pero su madre se veía muy seria y no le apetecía ser el saco de boxeo para apaciguarla— Sasuke —lo mira al ver que también venía. Naruto se pone delante por mera mecanismo de defensa para su pareja pero Sasuke le aparta para mirar a la alfa— como supuse tú también vienes, ¿no?
    — Así es —dijo escueto el moreno.

    Naruto comenzó a analizar a las personas que se encontraban en el lugar. Estaba su madre, su padre, su hermano mayor, el padre se su amigo Shikamaru, Shikaku; Ibiki, uno de sus antiguos profesor y encargado de los interrogatorios y el padre de su amiga Hinata. La cosa sí que parecía ser sería. Tenía una mala espina sobre eso.

    — Y bien, ¿Por qué nos mandaste llamar? —soltó algunas palabras para probar suerte.

    — Los halcones Hyuga nos han informado que ha habido una masacre por la noche del día de ayer. Al parecer todos eran de una villa, cerca del lago Luna. Creemos que fueron unos cambiaformas y que las personas que vivían en ese lugar eran también cambiaformas. Nos dividiremos en tres grupos e investigaremos el lugar. No sabemos si los asesinos siguen por esa zona.
    Sasuke intentaba mantener una cara neutral, sabía que Ibiki le estaba mirando. Había oído alto y claro a la alfa, sin duda era donde vivía su familia y donde él había crecido. ¿Toda su familia había muerto? ¿Su hermano? Pero quien podría haber hecho todo eso. ¿Acaso algún cambiaformas había descubierto que en ese lugar vivían cuervos? ¿Y por qué los atacó? ¿Tanto era el odio que sentían hacía ellos? Nunca comprendería aquel nefasto odio. Por supuesto que él había odiado a los otros cambiaformas pero al cabo del tiempo había dejado eso de lado. Es eso a lo que llaman madurar, a respetar al otro aunque no se parezca a ti. ¿Por qué nadie enseña esos valores?
    Sasuke había estado con los ojos abiertos todo el rato sin pestañar ahogado en sus pensamientos. Naruto por su parte había puesto el grito en el cielo.

    — ¡¿cómo es posible que hayan atacado sin que nadie se diera cuenta?! —Sin duda se mostraba molesto— ¿Se puede saber en qué es lo que estaban pensando la gente?

    — Naruto tranquilízate. Si no te calmas no irás —hablo la alfa con voz fuerte— se perfectamente cómo te sientes hijo, yo también siento impotencia. No entiendo porque si eran una colonia de cambiaformas… podrían haber venido a pedirme cobijo. Sin importar que cambiaformas fueran los habría ayudado. Pero ahora está hecho y lo que podemos hacer por ellos es averiguar quien fue y que no ocurra a otros cambiaformas.

    El rubio solo asintió, no tenía sentido desquitarse la rabia con su madre. Para tranquilizarse miró a Sasuke pero este aunque intenta mostrar un rostro neutral podía ver como sus ojos estaban tristes y con furia. No quería demasiada renda suelta a sus pensamientos pero, parecía que su pareja tenía sentimientos por esa villa, ¿Podría ser que aquel lugar fuera el antiguo hogar de su pareja? Solo de pensarlo la rabia le entraba en ebullición. Cómo podían atacar a la familia de su pareja.

    — cómo iba diciendo, saldremos en unos minutos. Cada uno con su equipo se dirigirá a la puerta trasera y marcharemos en coche —Todos en la sala asintieron— Hijo, tú y tu padre se quedaran al cargo —dijo mirando al chico de cabellos plateados —eso es todos. Avisen a sus equipos —mirando a los últimos ingresados. Ambos asintieron y salieron del lugar.


    Mientras se dirigían hacia la sala de entrenamientos, donde seguro estarían sus amigos, se mantuvieron callados pero a poco pasos de llegar Naruto agarro a Sasuke y le abrazo haciendo presión contra la pared.

    — ¿Qué haces Naruto? —preguntó el moreno al sentir el sorpresivo abrazo.

    — Soy tu pareja, puedo notar tus sentimientos también no lo olvides —hablaba en el cuello del moreno. Sasuke levantó la vista. No quería que Naruto notara sus sentimientos, porque ni siquiera él sabía cómo se sentía. No llegaba a creer que posiblemente su familia esté muerta. No, no podía ser pero a la vez sentía terror de que fuera cierto.

    — No digas estupideces. Venga vamos —lo aparto por los hombros dejando pasar el aire entre ellos, le gustaba estar mimoso con Naruto pero las próximas horas serían serias. Naruto le siguió al campo de entrenamiento y como supusieron ahí se encontraba su equipo. Suigetsu estaba teniendo una pelea de entrenamiento con Juugo, parecían estar en igual pero podría apostar a que el de cabellos naranjas no ponía toda su fuerza. Por otra parte el equipo médico de cada equipo sí que parecían darlo todo, tanto Sakura como Karin peleaban dándose golpes limpios. Karin intentaba darle un golpe debajo de la barbilla a su contrincante pero esta se aleja agarra su brazo y la tumba al suelo. Creyendo ya que la de cabellos rosas ganaría la pelea la pelirroja con dificultad se la quitó de encima. Cada una se pudo de pie y antes de que comenzaran a pelear otra vez Naruto las interrumpió.

    — Chicas tenemos una misión. Prepárense. —Los chicos también lo oyeron y se pusieron en marcha— Sasuke, voy a avisar al resto de mi equipo. Te veo en la salida. —el nombrado asintió.


    Ya en la entrada se encontraban tres equipos el de la alfa formado por ella, Madeko, madre de Sakura y por Tsume, la madre de Kiba, al equipo le faltaba una persona más, Minato. El segundo equipo era el de Naruto en este se encontraba Sakura, Kiba y Shikamaru. Y el último equipo, el de Sasuke en donde se encontraba Karin, Juugo Suigetsu y el moreno mismo. Todos los equipos ya sabían lo que tenían que hacer.

    — Bien, nos vemos dentro de unas horas —dijo Naruto antes de separarse de él. Pero claro antes de irse había restregado su rostro en su cuello.

    — Sí, nos vemos luego, pareja —dijo para que se marchara tranquilo. No quería que Naruto estuviera preocupado por él. Sabía cuidarse él solo, puede que se haya ablandado demasiado al estar emparejado pero no quitaba lo otro. Su equipo seria el que primero iría al lugar de los hechos para ver si alguien sabía algo. El equipo de la alfa iría la pueblo para ver si alguien sabía algo mientras que el equipo de Naruto iría por los barrios bajos buscando información.

    Sasuke se alegró que le tocara ir, sería el primero en ir, vería con sus ojos si su familia había muerto. O al menos eso pensaba él porque el alfa Kushina encargó a Hana que siguiera a Sasuke por si decidía no contarles nada de lo sucedido. Después de todo solo hace 2 meses que comenzó a ser la pareja de su hijo y realmente sabía muy poco de él. Se sobreentendía que su familia había aceptado que su pareja fuera de otro tipo de cambiaformas y que le habían dejado marcharse y si añadimos su nombre y que tiene un hermano no sabía nada más de él.

    Sasuke se mostraba impaciente por llegar a su casa, a su antigua casa. Seguro que su padre había protegido a su familia y aparte sabía que su familia era fuerte. Que no se dejaría vencer así como así por un par de bárbaros. Seguro que era eso, un gran grupo de cambiaformas armados habían entrado a arrasar a todo y a todos pero no con su familia.
    Entre pensamiento y pensamiento ya había llegado a la villa. Vale, no estaba arrasada, pero no había actividad. Se posó en el suelo después de correr por los arboles el resto venía en el coche, miraba en todas direcciones. Había un ligero olor a sangre que salía de todas las casas cercanas. Su equipo colocó a cada lado de él.

    — No parece haber vida aquí —dijo la única mujer en el grupo. Todos comenzaron a caminar hacía cada costaba buscando si ha habido supervivientes. Sasuke enseguida se dirigió a la que fue su casa disimuladamente. Su pulso se aceleró, todo parecía estar como siempre, la comida de su madre aún estaba en la mesa pero claro fría, tal vez fuera de la noche anterior. Con pasos sigilosos se encaminó hacia la parte de arriba primero a la que fue su habitación. Solo lo miró por encima al igual que la habitación de su hermano. Por último estaba la habitación de sus padres. Escuchó ruido en su interior, había alguien. Con cuidado miró por la ranura de la puerta. Podía ver dos cuerpos en el suelo. Eran sus padres. No había duda. Esa era la ropa de sus padres. Entro en la habitación, buscando lo que provocó el ruido no había nada así que se dirigió a sus padres.

    Y ahí estaban dos cuerpos inertes. Sin movimiento, no estaban vivos… ¿Dónde está el gran poder de un Uchiha? ¿Tantos eran los que los atacaron que no pudieron salir ni siquiera de la habitación? ¿Y dónde está su hermano? ¿Estará muerto en alguna parte de la pequeña villa? La rabia y tristeza se agolpaban en su pecho, nunca había sentido algo así. ¿Cómo se explica esto? ¿Cómo se explica el miedo? Lo único que le quedó en claro es que ya no tenía familia, no tenía a ninguno de ellos. ¿Y ahora que hacía? Se sentía como un niño otra vez. Se sentía como si otra vez se hubiera perdido en el bosque solo que esta vez sería verdad que no vería nunca más a su familia. Ni que su madre le prepararía un rico tazón de leche con chocolate por haber vuelto a casa. Claro porque ella pensaba que lo hacía como una prueba de valentía pero en verdad es que se perdía en el bosque.

    Había caído de culo de la impresión al ver a sus padres pero ahora se les quedaba viendo, ¿Qué hacía?, ¡¿Qué hacía?! ¿Se marchaba sin más? ¿Le contaba a la alfa que era su familia la que había muerto? ¿O era un movimiento innecesario? Le harían preguntas sobre porque habría alguien que atacar a su familia y que respondería él: “somos cuervos. Es razón suficiente”. Estaba claro que contestaría eso.
    Aprovechando que no había nadie comenzó a llorar, ¿Es que creían que no lloraría? Seguro que mucha gente sí. Siempre ponía una cara neutral ante todos excepto con sus padres. No podía… no podía ser verdad. Sasuke se puso en posición fetal ocultando su rostro con sus rodillas. Sollozaba y algún que otro gemido salía de él. No sabía cómo llevar eso. Cuando se tranquilizara buscaría a su hermano. Y los enterraría. Pediría al equipo que no dijeran nada…

    — No… llo…res — como si se tratase de un muelle Sasuke sacó la cabeza de sus rodillas. Era la voz de su madre. A gachas y con prisas se acercó a ella. ¡Sí! ¡Estaba con los ojos abiertos, estaba viva!

    — Maa… —dijo entre sus llantos. La cuna en sus rodillas pro al ver que su rostro mostraba un quejido no la movió más— ¿Cómo? ¿Quiénes fueron?

    — shhh, hijo —su madre le acarició la mejilla— tranquilo —Sasuke se agachó abrazándola, el cuerpo de la mujer estaba helado. Tenía una puñalada en donde estaba su corazón ¿Por qué no estaba muerta? — Tengo… un gran… poder de… sanación —dijo mientras le quitaba lágrimas de los ojos— intenté ayudar a tu padre... pero no quiso. Quería que te dijera algo… —cada vez que acababa de hablar su voz se hacía más suave y aguda, casi afónica. Sasuke intentaba que se calmara pero la mujer continuaba hablando— no le odies. Él te ama… tanto como lo hago yo… y tu padre… Lo hizo porque es fiel al nido… perdónale.

    — Mamá tranquila, por favor deja de hablar. Hay una compañera en el equipo que es médico la llamaré y te curará y estarás bien…
    — Shhh… yo no podría vivir tu padre…—respira profundamente— no podría soportarlo… no quiero ni pensarlo —coge con ambas manos la cara de su hijo y le besa la frente— por favor hijo perdónale…

    Sasuke apenas la podía oír ya pero sabía que seguía repitiendo “por favor perdónale” ¿Perdonar a quién? ¿Quién le ama como sus padres? Sus ojos se elevaron. Estaba claro quién era, la única persona que no estaba en la habitación y que faltaba, su hermano mayor.


    Tsume había estado observando cómo Sasuke había entrado en la casa, podía olor que había dos cuerpo dentro de esa casa uno vivo y otro muerto. Le sorprendió el olor que tenía Sasuke durante todo el proceso, era un molino de sentimientos, cambiaban cada rato. Notó como agarraba una de las personas con desesperación. Lo de su olfato era algo divino. Podía oler claramente los sentimientos y posición de una persona. Pero para su desgracia no podía oírlos desde ahí. Notó como el chico salía de la casa. Su cara se mostraba neutra pero los sentimientos en él los olía claros: rabia y tristeza. Mala combinación. El equipo se estaba reuniendo en el centro por lo que decidió que era hora de largarse.


    El equipo de Naruto consiguió algo de información. Un local había sido atacado por un par de cuervos el día anterior. Lo más posible es que alguno se enfadara de demás y buscaran venganza pero al parecer el señor del local dijo que a sus clientes no les importó volver otra vez por la noche. Sakura preguntó por el rubio, al principio el señor les miró dubitativo pero hablando un rato con Shikamaru obtuvieron la información. Al parecer el rubio que encontró Kiba en la carretera era el mismo que describía el tipo del bar. Dijo que el chico se llamaba Deidara y que venía de vez en cuando para hablar con las chicas, se mofó de él porque solo veía a hablar y no a fallárselas. Y la última información es que él chico le había preguntado sobre donde vivían los cuervos porque habían secuestrado a su amiga. Él le dijo que no sabía nada y se marchó. Eso fue lo último que les dijo porque comenzó abrir aquel lugar que podía ser cualquier cosa menos un bar.

    Tsunade por su parte, habló con algunos cambiaformas que vivían en la ciudad y preguntó por si había algún rumor sobre lo ocurrido en aquella pequeña villa pero al parecer en la ciudad nadie se había enterado de nada. Parecía que borrar una villa del mapa era fácil para los humanos. O es que a lo mejor estos no sabían de la existencia de dicha villa. Podría hacer cualquier cosa, aunque eso le beneficiaba no tenía que dar explicaciones a los humanos. Ya que tendría que hacerlo por ser la alfa.


    Como lo habían dicho 2 horas después los otros dos equipos llegaban a la pequeña villa junto al lago Luna. Kushina había recogido a Tsume cuando estaban a varios kilómetros de distancia ella le había comentado sobre lo que había olido. Kushina se preocupó por el comportamiento del azabache. Seguramente era un familiar a las puertas de la muerte. Pero ahora vería si Sasuke confiaba en la coalición. Vería si contaba sobre aquella villa. Naruto ya estaba cuando ellas llegaron. Los grupos estaban juntos hablando. Naruto y Sasuke parecían hablar sobre algo por lo que enseguida se acercó a todo el grupo para que lo oyera.

    — Muy bien chicos y chicas, espero que hayáis recogido información. Comenzaremos cada uno. Primero nosotras. Al parecer los humanos no se han enterado de nada sobre lo ocurrido en esta zona. Lo más posible es que los de la villa no subieran mucho a la ciudad — finalizando su explicación comenzó a hablar Naruto sobre lo que les contó el señor del bar. Le prestó atención pero ahora le tocaba el turno de Sasuke.

    — No hemos encontrado ningún superviviente —por la mente de Kushina ya se ponían las alarmas porque su nuero confiaba en su coalición— tenía razón, las personas que vivían aquí eran cambiaformas —le tomó atención. Sasuke estaba mirando a un punto fijo pero a ninguna parte— eran cambiaformas cuervos, concretamente es donde yo me crie —a la vez que decía aquello su mirada se posó con la de la alfa.

    Por una parte Kushina se alegraba de que Sasuke confiara algo más en ellos pero sabía que no les había dicho todo, por ahora eso le bastaba— ¿quieres que vayamos a casa? —le preguntó.

    — primero quiero enterrar a mi familia —dijo el moreno mientras se dirigía a una de las casas. Naruto fue tras él. Sin duda Sasuke necesitaba estar cerca de su pareja. Una ancla, su ancla. De la misma forma de que Minato lo fue para ella cuando vio gran parte de su manada morir y sobre todo a sus padres.

    — Dejémosles solos —dijo mientras se dirigía al coche donde vino.


    Dentro de la casa Naruto abrazaba a Sasuke y este apretaba más fuerte el abrazo. Sasuke no soltó ninguna lágrima, sabía que si dejaba caer alguna no pararía. Podía escuchar el “estoy aquí”, “siempre lo estaré” de Naruto. Luego contaría a la alfa sobre su hermano. Pero lo que le había interesado es que aquel chico rubio seguramente había venido a este lugar. Era la pareja de su hermano, tenía su lógica. Lo buscaría mañana. Cuanto su mente estuviera más tranquila y no zumbara por las ganas de llorar. Le dio un beso a Naruto y le pidió que le ayudara.


    Al llegar devuelta a la coalición. Kushina le dio permiso para descansar y que si quería lo contaría mañana. Y dicho eso se dirigió a su habitación necesitaba dormir. Naruto ya se encontraba en ella esperándole. Solo para dormir, hoy solo para dormir. Aunque quería tener la mente en blanco, no le pareció correcto utilizar a Naruto.




    El jodido frío de la mañana le helaba los huesos, el dolor de espaldas que tenía era insoportable, jodidas mañanas de otoño con sus jodidos cambios de temperatura. ¿Cómo era posible que por la noche hiciera tanta calor y ahora tuviera un frío de narices? Y para acompañar el sofá era de lo más molesto. Aunque para ser sinceros no es solo por eso que se levanta de tan buen humor, la razón era que aquel sueño se volvía a repetir. Aquel sueño de las dos últimas noches. Estar en un lugar a gusto con Itachi, ya se había acostumbrado a llamarlo así en sueños, sentir aquella paz con él y poco después ser interrumpido por la más penumbra de las oscuridades. Se repetía varias veces durante la noche. Ya he puesto que era jodido, pues eso, era muy jodido. ¿Eso era estar marcado o acaso él era un caso especial?

    La puerta de entrada se abrió. El chico de nombre Sai entro por ella con un chándal, había vuelto de correr. Al parecer el chico lo había estado siguiendo porque le resultaba curioso, no entendió muy bien todo lo que dijo. Era un tipo raro, aunque le vino bien que se toparan así consiguió un techo. Aunque no pensaba quedarse mucho tiempo. Ayer al final no salió, se puso la meta de levantarse e ir al bar de cambiaformas a por información.

    El chico moreno apareció por la puerta diciéndole un buenos días. Ese día no le pidió posar al parecer acabaría los bocetos que hizo el día anterior. A él no le importaba pero estuvo de acuerdo, por no estar solo le siguió a la habitación donde estaba pintando los cuadros. El chico no tenía muchos temas de conversación por lo que se aburría con rapidez.

    — Al volver de correr me topé con un tipo raro —dijo mientras daba pinceladas en uno de los cuadros, concretamente uno en el que él estaba desnudo.

    — ¿Más raro que tú? Cuéntame que hizo ese tipo raro — se echó en el sofá de esa habitación llena de cuadros. La mayoría eran de arte abstracto o eso supuso él pero había algunas en las que había animales como una ardilla comiéndose una nuez en un árbol o un perro y una señora voluminosa esperando en una parada de autobús. También había de personas, posaba la miraba por cada una, él chico pintaba bien, bastante bien.

    — Me miró de una forma extraña creí que me quería atacar pero simplemente me dijo “no te acerques a lo que es mío felino” y se pasó de largo ¿A qué es raro? —el rubio se le quedó mirando un momento. ¿Felino? Y ¿algo que no se acercara a lo que era de él? La mente le vino varias teorías. Probaría suerte con la primera.

    — ¿Cómo son tus padres? — le preguntó. El moreno se giró a verle extrañado pero le señaló un cuadro cerca de una mesa. Cómo lo suponía el hombre se veía en la imagen era un león y la mujer que estaba al lado era un cuervo. Nunca fue bueno detectando a mestizos— ¿Cómo era el chico raro? — le hizo otra pregunta.

    — Te lo dibujaré — dijo como respuesta. Agarró su libreta de bocetos y comenzó a rallar. Impaciente el rubio intentaba mirar de reojo, pero solo pudo verlo cuando ya estaba acabado. Y sin duda era él. Su pareja, Itachi. Venía a por él. El rubio no sabía si sentirse contento o con miedo. Pero no lo exteriorizo y se volvió a echar en el sofá.

    — Me dijiste que este año cumplías 25, ¿no? — El moreno asintió mientras volvía a su cuadro —sabes, creo que ya sé porque olías a humano, felino —le miró altivo— eres un cambiante, amigo.

    En ese momento Sai dejó de pintar y giró a ver al rubio pero esta vez realmente extrañado

    ~~~~~~~~~~~~

    Puse a Sasuke muy sensiblero. Bueno cositas hemos aprendido del capitulo de hoy: Las parejas marcadas sufren mucho, los cuervos son muy posesivos, Dei al ser del norte dice "cambiante" en vez de "cambiaformas" y que hay racismo hacía los cambiaformas cuervos. Claro la gente generaliza y ya... en fin hay muchas cosas que pongo en los capítulos pero cuando una llega al final. acabáramos era por eso que puso eso...
    Y que muere gente sí. Pero creo que ya, ya no muere más gente por este fic XD

    Nos vemos :=EEEE:
     
    Top
    .
  15. Suu Kiryuu
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Holaaa soy yop aqui comentando jejeje
    Me gusto el capitulo pobre Sasu-chan se acaba de quedar sin padres
    Itachi deberia simplemente de buscar a Deidara y violarlo jajaja ok no
    Espero pronto la continuacion
    Besos
    PD: Si ya no estas en examenes???.............. Actualizaras mas seguido
    Algo asi como le miercoles porque me dan resultados de un examen
    y si no paso por lo menos me sentire mejor leyendo un nuevo capitulo :=WIJIS:

     
    Top
    .
29 replies since 28/9/2014, 20:11   1037 views
  Share  
.